El escrito, con una presunta orden de trabajo a favor de Francisco Rigoberto Ch., fue receptado por una funcionaria del Palacio de Gobierno. Sin embargo, ella observó que la sumilla atribuida a Moreno tenía algunas inconsistencias, por lo que dudó que sea auténtica. Llamó a la Policía y el ciudadano fue detenido en delito flagrante.

En la audiencia de juzgamiento, el fiscal Luis Remache presentó pruebas testimoniales, documentales y periciales entre las que constaron: el testimonio de los agentes aprehensores e investigadores, funcionarios del Palacio de Gobierno, reconocimiento del lugar de los hechos, pericia documentológica y grafotécnica que determinó que la rúbrica que estaba en el documento no correspondía ni gráfica ni físicamente a la del presidente de la República.

Tomando en cuenta esos elementos, los jueces Silvana Velasco, Ignacio Carrasco y Mercedes Suárez, integrantes del Tribunal Penal de Pichincha, lo declararon culpable como autor directo del delito.