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José Largacha Barreiro
Hay que corregir lo que no está bien

Los ciudadanos del mundo pensamos que en la vida todos somos buenos, incluso llegamos a pensar que no existe la maldad. Pero primero hay que abrir los ojos porque el mundo está lleno de egoísmo, de mediocridad y de personas inhumanas.

Martes 19 Febrero 2019 | 04:00

Un recuerdo que tengo de toda los días vividos es cuando escuchaba “la culpa de Pedro la paga Juan”... ¿Por qué?, el culpable es quién hace algo indebido y es el que debe ser juzgado. 
Pero en cierta forma la culpa de Pedro, también es de Juan, de María, de José, de Maruja, y de millones de personas.
En muchos hogares se les prohíbe a los hombres levantar un plato de la mesa, arreglar una cama, lavar su ropa interior, etc;  porque alguien se encarga de decir que estas labores las debe hacer la mujer. Desde ese momento empieza la dependencia de género, hoy mal llamada “Machismo”.
Es que todo tiene su inicio amigos y amigas. Hay que entender que desde pequeños no se debe clasificar a las actividades del hogar como un acto sólo para mujeres. Yo creo que con orgullo los hombres que hemos realizado estas actividades nos sentimos bien y en cualquier momento se puede dar ese apoyo a la mujer, realizando tareas de forma conjunta.
Ahora bien, tenemos un país que al igual que en todos los países del mundo se genera a diario lesiones o muertes, a las que cada día la sociedad les pone un nombre nuevo, y somos tan didácticos que al diccionario le hemos agregado cada vez más palabras.
En vez de tomarnos las calles para pedir justicia, mejor salgamos a las calles con una sola propuesta que sea la de cambiar las leyes que se castiguen los actos con sentencias duras, donde el dinero del pueblo no sirva para alimentar a una persona que ocasiona la muerte a otra, o realiza actos de violación. Y que estas mismas leyes le den prioridad a los policías para poder actuar en casos especiales donde la vida de una persona dependa de esa intervención.
Y dejemos de lado el tema de la raza o el color de la piel. Las nacionalidades sólo sirven para definir de donde es uno, más no para calificar a una persona, los buenos podemos ser más o podemos ser menos, siempre y cuando definamos a cada persona por lo que es y lo que vale. Empecemos a cambiar la historia, busquemos el equilibrio y por sobre todas las cosas no permitamos que se juzgue a todos por uno o por mil, a cada quien debe juzgarse por su propio proceder.
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