El pequeño estaba internado en un hospital de Barcelona con varias heridas y fracturas compatibles con malos tratos, y en los últimos días había evolucionado favorablemente. 

El padre, que fue detenido poco después y puesto en libertad provisional con medidas cautelares, está acusado de un delito de lesiones y otro de maltrato en el ámbito familiar. 

El bebé estaba a cargo de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de Cataluña, tras serle retirada la tutela a los progenitores y a pesar de que la madre permanece en libertad.

El Defensor del Pueblo catalán, Rafael Ribó, denunció la semana pasada que hubo "carencias" de información, comunicación y coordinación entre los servicios de salud y sociales que intervinieron en el caso del pequeño.

Ribó anunció que solicitará un protocolo específico para la protección de los bebés de posibles maltratos, incluso en la etapa prenatal, dado que son momentos "de difícil visibilidad" de estas situaciones.

El Gobierno regional de Cataluña investiga la asistencia previa que había recibido el niño, ya que algunas de las heridas que tenía eran de hacía varios días y había sido asistido en otros centros sanitarios, sin advertir que las lesiones podrían ser por malos tratos. EFE