Baja de la colina de la ciudadela Briones y llega hasta el mercado 2 para adquirir la comida de “Mariposa” y sus chanchitos. 

Allí le dan la lavaza necesaria para alimentar a sus animales. 

Según cuenta, adquiere desde repollo hasta choclo.

El acompañante de “Don Corinto” no es un perro, como comúnmente sucede, sino que es una burra, su fiel amiga. 

Según cuenta Saltos, la tiene desde hace un año, pero desde hace 19 está relacionado con la compra y venta de estos animales, que le sirven como transporte. 

No le incomoda ser casi el único en la ciudad en andar en burro. 

“Mariposa” es todoterreno, pues llega a donde ni los carros pueden llegar, dice Simón Saltos. 

Vive en una loma alta, bien alta, en donde los taxis no frecuentan, pero “Mariposa” sí. 

Este animal lo guía, pues según indica “Don Corinto”, él tiene problemas de visión. Sus 82 años no pasan en vano. 

La burrita hace una pausa hasta en el rojo del semáforo, cuenta el adulto mayor entre risas.

Pero ellos no están solos. Junto a “Mariposa” van dos perros, “Camelia” y “Jardinera”, los tres animales acompañan a “Don Corinto” al mercado a diario. “Antes iba hasta el centro, pero mis ojos no me ayudan, no veo bien”, manifiesta. 

Sus recursos económicos no son los mejores. Dice que está enfermo y su esposa, de 76 años, mucho más. 

“Tiene cáncer, problemas en el hígado, está ciega, uff muchas más enfermedades”, cuenta el adulto mayor.

Concluye que, a pesar de que no tiene dinero para un carro, “Mariposa” es una buena opción de transporte y compañía.