No tenía las garantías que exigen las entidades bancarias para obtener un crédito que le permita poner en operación su nave.

Él dice que su barco de 60 toneladas de capacidad, tras el terremoto del 2016 no ha recibido ninguna mejora porque no hay financiamiento. Además él enfermó y desde hace dos años se realiza diálisis, lo que le quitó toda esperanza de volver al mar, por lo que decidió vender la embarcación.

Ha tenido varias ofertas para vender el barco, pero ninguna se concreta. A lo mejor porque tampoco los interesados pueden cumplir con las exigencias bancarias. Su barco no necesita mucha reparación, por ello lo vende en 150 mil dólares, dice.

Más Barcos. Lenín Alcívar, maestro constructor naval, dice que los barcos que están en venta en el astillero, en su mayoría necesitan ser reconstruidos, pero sus dueños prefieren venderlo porque no tienen financiamiento. 

De estas naves, solo el cupo de pesca con el plano de la nave tienen valor comercial. 

El cupo de pesca permite a otra persona comprar un barco en condiciones no recuperables  y construir con modificaciones una nueva embarcación, puesto que desde hace 20 años no se permite el incremento de  cupos por efecto de la conservación de la pesca, señala.

Alcívar dice que el cupo de pesca de barcos ya en desuso cuesta entre 15 y 30 mil dólares, dependiendo del tonelaje de capacidad de la bodega. 

El tonelaje de la bodega de carga se mantendrá como lo señala el plano original del barco, detalló.

En el astillero de Tarqui trabajan entre  ocho y 15 personas por cada barco que recibe mantenimiento. 

Trabajo que genera una utilidad de entre 15 y 30 mil dólares por contrato. 

Actualmente se preparan los trabajos finales de dos barcos reconstruidos que saldrán renovados a la mar a inicio de enero del 2019. Mientras que otros dos botes que son  reparados estarán listos para  febrero próximo, se informó en el lugar.