Comenzaré dedicando las primeras líneas a resaltar la actividad con el más popular de los deportes, como lo es el fútbol y que en el último fin de semana tuvo escenarios dentro y fuera del país.

Así es. Como parte de la última fecha del Campeonato Nacional de la Primera A había concentrado la atención las aspiraciones de dos equipos: Liga Deportiva Universitaria (LDU) y Emelec. El primero que requería quedar en primer lugar durante la segunda etapa y habiendo ganado la primera, coronarse campeón del 2018. Por su lado, Emelec que estaba en primer lugar en esta etapa, requería ganarla y llegar a disputar este campeonato en fechas próximas.

De acuerdo con los últimos resultados se tiene que el miércoles y el domingo de esta semana deberán enfrentarse en Guayaquil y Quito, para definir al nuevo campeón. ¿Quién será?

Por otro lado, se tiene que en el fútbol internacional lo más notable era el encuentro entre River Plate y Boca Juniors, ambos de Argentina, que por circunstancias especiales fueron ubicados en la ciudad de Madrid, España, para que en el estadio Santiago Bernabéu se dispute el campeonato de la Copa Libertadores, torneo que con méritos especiales fue ganado por River Plate al vencer a su clásico rival Boca Juniors.

En la parte principal de este comentario lo queremos aprovechar para dedicar la atención a un asunto del que ya hemos tratado en ocasiones anteriores y que tiene que ver con el comité que se creó para la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas, provincias afectadas por el sismo de abril del 2016.

Ya son 32 meses que han transcurrido desde ese 16A y la verdad es que a pesar de las grandes cantidades en millones de dólares que se han gastado, la situación en muchos casos sigue como si nada o poco se hubiese hecho.

Todo comenzó por la constitución e integración de ese tal llamado Comité de Reconstrucción, el que debió haber sido un organismo autónomo y propio de las provincias afectadas, dirigido y conformado por personal local y conocedor de las necesidades y problemáticas creadas por ese fenómeno de la naturaleza.

Son muchos los errores cometidos, pero todavía se está a tiempo de enmendar esos malos pasos, comenzándose por entregarse la dirección a una persona genuina manabita, por ser nuestra provincia la más afectada. 

Así que legisladores manabitas, actúen con cordura e inteligencia porque Manabí exige mejor atención.