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Manta
“No se puede ni comer”

Es el río Manta, pero Rocío Alvia le llama río Camaleón porque cambia de color continuamente.

Domingo 09 Diciembre 2018 | 11:00

 Una mañana es rosado, la otra rojo y a veces amarillo. Ese río pasa tras de su casa, a unos 50 metros.

Y ella sabe, sin mirarlo, que ha cambiado de color solo por el olor que emana. 
“Cada vez que sueltan el agua de las lagunas de oxidación el olor es fuerte, no permite ni comer y el agua es rosada o roja”, expresa. 
El río Manta nace en las montañas de El Aromo, pero a su paso de 10.963 metros recoge las aguas servidas que salen de las lagunas, supuestamente tratadas. 
Estas atraviesan los Barrios Unidos: Miraflores, 8 de Enero, 4 de Noviembre, 5 de Junio, La Ensenadita, 15 de Septiembre y Riberas del Río. 
Y es así que surgen los problemas. En el barrio 8 de Enero, por ejemplo, los vecinos se quejan de los olores que emanan del río. También de los mosquitos y reboses de aguas servidas.
Gabriel Cobeña, presidente del barrio 8 de Enero, dice que la tubería del colector que lleva las aguas servidas desde la estación Miraflores a las lagunas de oxidación se desacopló luego del terremoto del 2016. 
Uno de los daños ocurrió en el barrio 4 de Noviembre, pero fue reparado; y el otro bajo el puente del 8 de Enero y ese no ha sido solucionado. “Actualmente sigue el problema y se dificulta por el estrechamiento del río. Los olores son insoportables, las autoridades dicen que el agua es tratada, pero no creo que sea así”, expresa.
Luis Quijije vive en el barrio Miraflores. 
TUBERÍAS.  Él señala que el año pasado les instalaron tuberías de un sistema de aguas servidas, pero estas han colapsado. 
Frecuentemente salen aguas servidas de los bordes del río Burro, a la altura de la Junta de Artesanos.  
“Esas aguas desembocan aquí y apestan no se puede ni estar tranquilo en la casa de uno”, reclama.
Quijije señala que a esto se suma la basura que viene de sectores como el Jocay y que es arrastrada por las aguas negras que siguen bajando del sistema hidrosanitario. 
Según el Plan de Ordenamiento Territorial 2019, documento elaborado por el Municipio de Manta, “la contaminación ambiental en el cantón es notoria. Los cauces de ríos que cruzan el territorio reciben descargas de aguas industriales tratadas, pero que no cumplen con los niveles permitidos para poder ser descargadas, este es el caso del río Muerto, que nace en Montecristi,  donde se asientan algunas empresas”.  
El informe es un trabajo en el que se analiza la situación económica, social, cultural, los riesgos y amenazas de una 
ciudad. 
En sus páginas 49, 50 y 51 indica que el “río Manta recibe descargas de las lagunas de oxidación ubicadas en San Juan; y el río Burro recibe descargas domiciliarias de sectores que no poseen alcantarillado o la red no está funcionando, por lo que las viviendas no están conectadas. Estos cauces desembocan en el borde costero del cantón, afectando y contaminando las playas”. 
En el documento se aborda el tema de los olores  en ciertas horas del día y sobre todo en las noches, “que causan malestar en la ciudadanía”, todo esto por la presencia de la laguna de oxidación.  
Washington Anchundia, dirigente del barrio 15 de Septiembre, señala que en todos los sectores ubicados cerca al río la situación es la misma.  
“Hay mosquitos, maleza, cuando llueve ocurren desbordamientos, existe agua estancada, en fin, problemas graves que no se acaban”, indica.  
El dirigente señala que desde 1999 viene reclamando por este problema. Considera que todo lo que se ha hecho ha sido a medias y nada técnico. “Cómo  va a creer que dos colectores que llevan aguas servidas pasen por dentro del río. Una  maquinaria no puede profundizar el desazolve porque puede dañar el sistema”, cuestiona.  
Anchundia dice que ha pedido hablar del tema en sesión de Concejo Municipal, pero no ha tenido la oportunidad. Su objetivo es pedir la declaratoria de emergencia por la contaminación que hay en Manta.   
La semana pasada, Anchundia y otros dirigentes barriales protestaron en el barrio Miraflores por la contaminación del río Manta. 
Ellos se quejan, pero uno de los principales problemas que enfrentan son las enfermedades causadas por la contaminación. 
 
>enfermedades. Es la otra cara, o tal vez la cara más visible de un problema de años. 
Las enfermedades causadas por la contaminación de los ríos van desde problemas en la piel hasta dificultades respiratorias y gastrointestinales. 
Raúl Castro es un médico que trabaja en la Fundación Río Manta. 
Él recibe a pacientes de los Barrios  Unidos y asegura que la mayoría son personas que tienen alguna dolencia debido a la contaminación. 
Son enfermedades vinculadas a la proliferación  de mosquitos, otras a las partículas contaminantes que salen de los ríos y se posan en los alimentos, y otras en las bacterias y virus que afectan la piel. 
“Se pueden dar casos de dengue, chikungunya y  zika. También diarrea, vómitos y fiebre. Esto aparte de las enfermedades causadas por el cambio de clima”, señala. 
Según el médico, todo esto ocurre debido a la contaminación. Y para demostrarlo  muestra el caso de su paciente  Gissela Alvia. 
Ella tiene un hijo de 11 meses con problemas en la piel. Son pequeñas erupciones causadas por una bacteria, según lo que le ha dicho Castro. 
Gissela habita en el barrio Abdón Calderón, ubicado cerca a las lagunas de oxidación y al río Manta, a medio kilómetro más o menos  
En su sector, asegura, hay problemas de contaminación debido a los reboses de aguas servidas. “Esa agua pasa al frente de la casa y apesta. Los niños son los más afectados, mire nomás mi hijo, cada día le aparecen más bolitas”, indica.  
Yenni Delgado, directora de la Fundación Río Manta, entidad dedicada a la labor social en los barrios ubicados cerca del río del mismo nombre, señala  que en las visitas que realizan a los barrios detectan muchas enfermedades vinculadas a la contaminación. Además hay pobreza, insalubridad, añade.  
Asegura que con pequeñas acciones como brigadas médicas tratan de contrarrestar este problema, pero no es fácil por la contaminación del caudal.   
Víctor Bravo, gerente técnico de la EPAM, dice que el colector que pasa por el río Manta a la altura del barrio 8 de Enero está colapsado. 
En junio se iba a corregir el problema, pero surgió la idea de cambiar el recorrido de la tubería y pasarla por el centro del sector.  
Actualmente se está analizando el tema con los moradores y en un plazo de diez días iniciarán los trabajos.   
Bravo señala además que está en camino la limpieza de los ríos Manta, Burro y Muerto, pero en el barrio 8 de Enero se dificulta porque hay casas muy cerca a los muros de gaviones.  
En cuanto a las lagunas, aseguró que el agua es tratada y está dentro de los límites permisibles controlados por el Ministerio de Ambiente.
El funcionario reconoció que en el barrio 4 de Noviembre  hay  acumulación de aguas negras debido a trabajos realizados con maquinaria.  Esto será solucionado, al igual que las conexiones clandestinas, de las que encontraron 12 en el río Muerto, 
señala.
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