Dentro de estos hay dos que se destacan bajo políticas sociales diferenciadas. El que cree “mientras menos intervenga el Estado mucho mejor” y, el que ve la necesidad de “una participación  estatal  financiando los programas sociales”. A este se lo conoce como Estado de Bienestar, se trata de un socialismo democrático que se fortalece en el capitalismo y por supuesto en el mercado, iniciado en Europa y extendido a varios países, los más prósperos del mundo.

También hay los que extreman su postura. El socialismo no acepta, en principio, a la empresa privada como factor de desarrollo aun cuando esta exista en la respectiva nación o,  los que creen en un gobierno limitado, aquel cuyas funciones y poderes, ejercidos a través del Estado, están restringidos por la ley.

En Ecuador el modelo económico siendo capitalista, en lo social es uno con fuerte participación estatal casi de siempre. Los periodos donde se dieron pasos importantes para liberalizar nuestra economía fueron el de León y el de Sixto, cuyas medidas, por la falta de control de gobiernos posteriores, dieron  lugar a una de las mayores crisis experimentadas en el país. 

¿Qué tenemos ahora en Ecuador? No queda claro, parecería que en lo que hacemos no somos aplicados. La convicción es un factor determinante para la aplicación con éxito de la política económica y esa hay que defenderla con certeza. 

El presidente Lenín Moreno fue elegido como socialista del siglo 21. Ensayó con dos ministros de Economía y después dio un golpe de timón e invitó a dirigir dicha cartera a Richard Martínez, representante de nuestro empresariado, junto con él llegaron otros del gremio. 

El  presidente ha ido tomando medidas, imagino acogiendo parcialmente el aporte de su ministro y equipo. Ahora dice que con la derecha se produce y con la izquierda lo social, siendo así debe tomar medidas acorde a ese pensamiento y otros esgrimidos en lo social.  

Los errores señalados que se dicen, existen en la proforma, pueden ser el resultado de la falta de seguridad de lo que se debe hacer. 

Si se continúa con un apretado gradualismo no saldremos con satisfacción en el 2021. Hay que acelerar y, si se toman medidas  -tipo paquetazo-, debe revisarse la historia y sacar conclusiones. Las que se tomen deben ser defendidas sin recular a la primera de bastos. Estimo que Argentina es nuestro espejo.