La mujer, que no ha sido identificada, comparecerá hoy en un tribunal de Brisbane, detalló la Policía, que calificó la investigación como “compleja” y “extensa” en un comunicado.
Las autoridades del estado de Queensland, en el noreste de Australia, lanzaron una alerta pública el pasado 12 de septiembre después de que se detectaran varios casos de fresas vendidas en supermercados que contenían agujas.
En total se detectaron más de 100 supuestos episodios en Australia en septiembre, además de un incidente aislado también en la vecina Nueva Zelanda.
Tras calificar el asunto de sabotaje, las autoridades australianas ofrecieron una recompensa de 71.897 dólares para encontrar a los responsables de un caso que puso en jaque a la industria de la fresa en el país.
Aunque las agujas comenzaron a ser detectadas en el este de Australia, los casos se extendieron en todo el país, lo que llevó a las autoridades a pedir a los consumidores que cortaran la fruta en trozos pequeños para descartar los casos.