Actualizado hace: 941 días 18 horas 23 minutos
José Ramón Moreira Aliatis
Sobre tránsito, agentes y jueces

Viernes 19 Octubre 2018 | 06:00

Posterior al doloroso terremoto del 16A varias ciudades y parroquias sufrieron la destrucción de edificios, casas, calles y vías en las zonas costeras de Esmeraldas y Manabí, tan inesperado fue el sismo, que una Vía construida en la ciudad de Manta varios años antes llamada Interbarrial  y que fue sujeto de airadas críticas por ciertos habitantes inconformes que no creían necesaria ni elemental esta arteria, demostró el gran acierto de su existencia porque fue necesarísima en la evacuación de miles de vehículos y ciudadanos del centro de la ciudad a la periferia.

El sismo por su brutal devastación estropeó y fracturó en toda la región, carreteras, pistas, autopistas, calles, caminos, calzadas, tuberías de aguas residuales, pluviales, potables, y en ciertas ciudades las señaléticas, como semáforos, pasos peatonales, de paso vehiculares, líneas segmentadas, simbologías y más, de tal forma que tanto los peatones como los conductores de vehículos de tracción humana y de motor han entrado en el aprendizaje de una reingeniería de señales inestables e inseguras para sortearlas  inesperadamente.
Manta no es la excepción, el terremoto desnudó también el desorden en el crecimiento de la ciudad sin ninguna planificación y  que en complicidad de autoridades blandengues,  permitieron que habitantes construyeran en el lugar que le dio la gana, cerraran calles, edificaran en zona de riesgos, y se hicieran dueños de la cosa pública, hay desadaptados que estrecharon vías y canales y otros que las cerraron para convertirlas en peatonales;  la urbe está regenerándose y asoman fallas increíbles. El tránsito está caotizado, no  hay señalética, no hay programación ni de constructores ni de la Dirección  Municipal de Tránsito EP  y por último agentes jóvenes que se rigen con la Ley sin aplicar el sentido común en los momentos circunstanciales del trafago vehicular, terminan aplicando citaciones sin verdaderamente cumplir el rol de dirigir con eficacia el tránsito.
Está tan bien elaborada la Ley, que da la oportunidad de Apelar ante Juez competente si el presunto infractor cree que no ha existido sindéresis en la infracción, desde luego se debe contratar a un Letrado para que asuma la defensa, buscar testigos y reunir evidencias. En efecto todo probable transgresor a sabiendas de que el proceso puede terminar siendo acusatorio, sigue adelante para demostrarse que al final el costo del Juicio termina siendo mucho mayor que la  multa que de sí, son severas. Las regulaciones de tránsito  y sus anexos resultan ser una mina de oro, tanto que en cierta ciudad los bancos tienen servicio de ventanillas para pago de multas, junto a la Agencia Municipal de Tránsito. Seguiremos insistiendo que es responsabilidad del Estado elaborar un pénsum de Educación Vial, para que se eduque desde la Escuela.
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