Las declaraciones del ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, quien llamó mentiroso a Moreno por mostrar las cifras de migración de ciudadanos de ese país a Ecuador, fueron tomadas como una falta de respeto y propiciaron el impasse que llevó a que las autoridades ecuatorianas expulsaran a la representante diplomática venezolana, Carol Delgado.

Venezuela vive días difíciles, propiciados por un régimen hiperpresidencialista que domina al resto de poderes, que persigue y neutraliza a la oposición y que mantiene a sus ciudadanos sumidos en una crisis política, económica y social sin precedentes en ese país.

La migración masiva de venezolanos hacia otros países apenas puede calcularse con cifras aproximadas. Se estima que 300 mil se quedaron en Ecuador para encontrar mejores condiciones de vida.

El éxodo termina por pasar factura, también, a los ciudadanos del país que los acoge pues estos grupos humanos demandan atención en servicios que deben ser cubiertos por el Estado, lo cual, a su vez, requiere un mayor presupuesto.

En un país como Ecuador, cuya economía estatal enfrenta un duro déficit fiscal, la carga es fuerte y termina por afectar la inversión nacional.

El gobierno ecuatoriano hace bien en desvincularse de un gobierno que, además, ha sido un mal socio pues pretende exigir indemnizaciones por proyectos que fracasaron y, más bien, representaron pérdidas.