Cuando la doctora Claire Simeone , del hospital veterinario Ke Kai Ola Monk Seal, en Hawái, comenzó a recibir llamadas durante la hora de almuerzo, pensó que tal vez no era nada importante. Pero, después de recibir nueve llamadas en solo 15 minutos, admitió que “entró en pánico” y volvió al trabajo. Afortunadamente no hubo ninguna emergencia. Varias personas también informaron sobre las ‘llamadas fantasmas” y preguntaron qué estaba pasando. Simeone llamó a su compañía telefónica para averiguar si había algún tipo de falla técnica en las líneas. Hawaiian Telcom confirmó que las llamadas provenían del hospital y le pidió que buscara una línea que pudiera estar causando problemas. Fue cuando encontraron a la lagartija arriba del teléfono en un laboratorio.