El organismo encargado de asumir estas tareas fue el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio (CPCCS-T), con plenos poderes para descorreizar el país. Sus ternas las envió Lenín Moreno. Su composición en buena medida es su responsabilidad. ¿Se ha logrado ese anhelo nacional?

Los juicios que han proseguido son aquellos que fueron conocidos e investigados fuera del país, como es el caso Balda. El que recibió el informe (luego desaparecido) del experto argentino Meza sobre el asesinato del general Jorge Gabela. Y la ciudadanía se pregunta ¿Por qué no existe un solo juicio, de los que no prescriben y no hace falta la presencia del acusado como son los delitos de peculado, cohecho, concusión y enriquecimiento ilícito, conforme los determina el Art. 233 de la Constitución?

¿Qué pasó con los juicios sobre la repotenciación de la refinería de Esmeraldas, la refinería invisible de El Aromo, de las ventas de 300 mil barriles diarios de petróleo –por años- con suculenta mordida de 4 dólares por barril, el caso Caminosca, la entrega de la telefonía celular, los aeropuertos innecesarios y precio injustificado, la vía Collas Tababela (la más cara del planeta), el proyecto de gas Chorrillo Monteverde (que subió de 97 a 600 millones), la renovación del parque automotor de 35.411 vehículos, las escuelas del milenio, las concesiones mineras, las plataformas, el negocio de la medicina genérica y del cable submarino, las carreteras e hidroeléctricas a dedo, el destino del dinero del IESS, y muchos otros casos? ¡Todo está represado en la Fiscalía en manos del encargado por el CPCCS-T! ¿Quién apadrinó este nombramiento?

Correa debe reírse a mandíbula batiente preparando sus frases: ¡No han hallado nada en mi contra y por eso nadie ha podido enjuiciarme! ¡Gracias por solo considerar a mis fiscales instalados por mis panas Galo Chiriboga y Gustavo Jalkh!

¿No se prohibió por unanimidad, desde el mismo CPCCS-T, hacer una evaluación de los jueces del correísmo? ¡Por eso siguen en funciones los 115 jueces y 65 fiscales que metieron presos a cientos de ciudadanos por un delito que jamás existió como el supuesto “golpe de Estado” del 30-S! ¡Siguen campantes los que juzgaron “por orden superior” a los jóvenes del Mejía, Montúfar, Central Técnico, los 10 de Luluncoto, ambientalistas, defensores del agua, dirigentes indígenas y populares!

¿Los que sancionaron contra derecho a El Universo, Emilio Palacio, Fernando Villavicencio, Cléver Jiménez, Galo Lara, Carlos Figueroa, Mery Zamora, Juan Carlos Calderón, Cristian Zurita, al Ing. Chambers, entre muchos otros inocentes, merecen ser premiados por su esbirrismo? ¿Están descorreizando al país o ayudando a que sobreviva el fascismo del siglo XXI? ¿Cómo actuarían los jueces correístas si se presentan acciones de protección contra decisiones del CPCCS-T? ¡Hablan los hechos!