En el acto la Prefecta del Guayas, Mónica Becerra, les entregó sierras eléctricas, cortadoras, varias herramientas, indumentaria de seguridad, entre otros artefactos que les servirán para mejorar la calidad e incrementar la producción de las artesanías hechas de elementos naturales como semillas, caña, maderas, plumas, plantas, etc.

 

Apoyo a la comuna.  Con esta entrega, la Prefectura a través de su Dirección de Productividad y Desarrollo consolidó el apoyo que ha brindado a la comuna en la presente administración.

“Trabajamos siempre con ellos. Iniciamos con talleres para fabricación de productos de limpieza, mermeladas artesanales, creación y manejo de pequeñas empresas, entre otros cursos que les permitieron iniciar nuevos emprendimientos”, dijo Carlos Morán, director de Productividad y Desarrollo. 

Añadió que una de las gestiones más importantes realizadas con los shuar  de la Costa es haberlos ayudado a conformar la Asociación Artesanal denominada ‘Nueva Semilla’, que está en los últimos pasos para su legalización.  

  

Desarrollo. Por su parte, Francisco Delgado, presidente de la comunidad, indicó que han recibido el apoyo de la Prefectura del Guayas en muchos ámbitos. “Estamos muy gustosos de recibir la visita de la arquitecta Mónica Becerra, a quien le solicito, en nombre de nuestra comunidad, que continúen apoyándonos”, dijo.

Becerra agradeció el recibimiento y manifestó que la entidad provincial considera a esta, como cada una de las comunidades guayasenses, una población muy importante para el desarrollo del Guayas.

Como gesto de agradecimiento, los shuar obsequiaron a Becerra accesorios elaborados artesanalmente y le brindaron un plato típico de su etnia, llamado maíto. 

 

El lugar. Un sitio de relajación con aguas calientes, masajes, limpias, baños y todos los atractivos turísticos los puede encontrar en la comunidad shuar, a ocho kilómetros de la carretera principal de Naranjal-Balao.

El lugar es muy conocido por ofrecer baños de aguas termales, que según sus creencias sirven para curar y aliviar malestares corporales. 

Los precios por bañarse en las piscinas son 3 dólares para los adultos; 1,50 para menores de 5 a 12 años y adultos mayores. Las personas con discapacidad cancelan un dólar.