Las asociaciones Libera y Fundación Franz Weber han realizado una campaña de presión, a través de la recolección de 157.000 firmas, para elaborar un marco regulador que prohíba prácticas de maltrato a las figuras de madera en carruseles y tiovivos de ponis de los municipios de Galicia, España.
Los animalistas han alegado que la Ley de Bienestar Animal de Galicia ha dejado a los équidos en un ‘limbo legal’ que permite que estos animales sean “forzados a dar miles de vueltas”, soporten “ruidos y golpes de menores y adultos”.