Allí atiende a los comensales que por ahora, en su mayoría, son quienes trabajan en los juegos mecánicos. Su devoción hacia la Virgen de la Merced es tan grande que desde hace 20 años llega desde Manta junto a su familia para trabajar en la feria. 

“La virgen nos ayuda bastante en el negocio”, indicó Holguín, quien ya conoce el gusto que tienen los portovejenses para complacer a su paladar.  

“Las personas comen bastante la costilla asada”, agregó.

Más negocios. Fernando Ramírez, en cambio, llegó desde el cantón Junín cargado de juguetes. 

Ayer empezó a armar su puesto para “arreglar con despacio y estar listo para el día de la apertura”.

Las expectativas de Ramírez son buenas, pues cada año aprovecha las fiestas patronales para trabajar y mostrar su devoción por la virgen. Él aspira a que la ciudadanía asista a comprar los diferentes productos. “Tenemos juguetes desde los 50 centavos hasta los 50 dólares”, indicó.

Diego Maldonado asimismo empezará a armar su puesto para expender artesanías y ropa de su natal Otavalo. Tiene 10 años trabajando en estas festividades, que cada año convoca a miles de feligreses, quienes también aprovechan para comprar los artículos que se expenden en la feria.

Los comerciantes empezarán a atender al público desde mañana que esté lista la instalación de las luminarias.

Washington Cevallos, gerente de la compañía “Todo Ingeniería”, dijo que desde el lunes iniciaron  colocando los postes y los trasformadores para proveer de energía eléctrica a los comerciantes.

Por estas festividades se estima que unos 400 vendedores lleguen a la feria. Las autoridades municipales han anunciado que no permitirán la presencia de comerciantes en las calles aledañas.

Rosario. En el Rosario de la Aurora, que inició el domingo, también asisten decenas de feligreses cada madrugada a partir de las 04h50 que empieza el recorrido. 

Hoy visitó el sector María Auxiliadora y mañana la Inmaculada Concepción.