Delfín en el último partido no generó muchos espacios debido a que varios de los jugadores no tuvieron movilidad.  El equipo no desarrolló con eficacia los desmarques de apoyo (acercarse a pedir la pelota), y así mismo los desmarques ruptura (alejarse del jugador que posee la pelota, pero brindando una opción de salida para dar profundidad). Por eso el equipo se mostró estático, y cayó en los pelotazos. 

Otro de los principios tácticos ofensivos que no se cumplieron a cabalidad fue la improvisación. Los equipos totalmente mecanizados son improductivos, debido a que los sacan del libreto y se pierden, pero tampoco es bueno un equipo que vive de la inspiración de un jugador, porque puede quedar a merced del rival. 

Aquello pasó el domingo: se perdieron los ataques con cambio de ritmo. 

Los rivales de Delfín ya saben cómo juega el equipo: aprovechando la velocidad de sus jugadores por los costados, y lo que pueda hacer Andrés Chicaiza. 

Los remates de media y larga distancia son un punto flojo del equipo. Además, el juego aéreo es otra debilidad.  El delantero Carlos Garcés tiene que batallar contra los defensas contrarios. Pero con la llegada de Roberto “la Tuka” Ordóñez se aspira a mejorar aquel aspecto. 

Las sociedades dentro de un partido son importantes, y en Delfín no se han mostrado en la mejor versión.

Los desdoblamientos ofensivos (pasar de defensa a ataque) de los laterales, para juntarse con los volantes, se han mostrado imprecisos. 

Por la derecha estuvo Francisco Mera, y después Pedro Pablo Perlaza, pero ninguno formó una sociedad efectiva junto a Henry Patta, quien tampoco tuvo un buen nivel. Chicaiza y Garcés fueron la única sociedad que intentó mostrarse. 

Lo que más le duele al argentino Fabián Bustos es la falta de definición de sus jugadores. Aunque contra Macará no tuvo tantas ocasiones de marcar, cree que no se debe desperdiciar las chances de anotar. 

Delfín en el campeonato ocupa la tercera casilla junto con Católica como los más goleadores de la temporada, pero aún así le falta gol. Carlos Garcés es el máximo goleador, con trece tantos.