Harlow, canadiense y de 24 años, sufre de vitiligo, una enfermedad que produce manchas blancas en la piel.

Por ello, su logro supone la llegada de una era de cambios para la marca de lencería, que nunca antes priorizó la inclusión, anteponiendo la imagen de cuerpos perfectos.

De hecho, la joven confesó que el casting para Victoria ha sido el más difícil de su carrera. “Tuve una crisis nerviosa antes de entrar en el casting más demoledor de mi vida. Le pedí al conductor que diera la vuelta a la manzana de nuevo antes de entrar en las oficinas de Victoria’s Secret”, explicó. 

Su lucha. Harlow se hizo muy popular en las redes sociales tras participar en el ciclo 21 del reality America’s Next Top Model, de la supermodelo Tyra Banks. Ahora, tras desfilar para firmas como Tommy Hilfiger, se ha convertido en un símbolo de inclusión y puso en jaque el canon de belleza impuesto por los grandes nombres de la industria durante las últimas décadas.