Esta edificación tiene 26 departamentos distribuidos en trece pisos, un penthouse en la terraza y 50 oficinas entre la planta baja y los mezanines.
La estructura fue dañada en su mampostería por el sismo, lo que provocó que los dueños de los departamentos lo abandonaran. De un total de 26 copropietarios, ocho han regresado.
Inversión. Acacia Pacheco, parte de la directiva de propietarios, y quien a los tres meses de ocurrido el terremoto volvió a ocupar su departamento en el piso trece, cuenta que la lucha por la reparación de El Vigía es ardua.
Con el dinero de cada uno de los dueños se está financiando los trabajos de reparación, que superarían los 500 mil dólares.
“Hemos contratado una empresa para el cobro de las alícuotas y la cuota para la reparación de las áreas comunales y paredes exteriores que dañó el terremoto, para asegurar hasta el final la reparación de El Vigía”, anotó.
Ella destacó que la reparación del inmueble empezó hace dos meses en el interior con las áreas comunales que contemplan ascensores, pasillos, escaleras, pintura y la modernización de las redes hidrosanitarias y del sistema eléctrico que dañó el terremoto.
En el sótano del edificio se repararon columnas no dañadas por el sismo, sino por la falta de mantenimiento, y se recuperaron catorce oficinas.
Esta semana empezó la reparación de las paredes exteriores del edificio y posteriormente se pintará con un nuevo color (gris y blanco). Mientras que los balcones ya no serán amurallados, sino de vidrio templado, señaló.
El ingeniero Alberto Cobos dirige la reparación.
Departamentos. Rosi Vera, administradora del bloque, dijo que paralelo a la reparación del edificio, también los departamentos son arreglados independientemente por sus dueños, en los que el sismo dejó leves daños.