Julie Mendoza, administradora del lugar, dijo que  este fin de semana tuvieron más de cuatro roturas, las que  son permanentes  porque la red ya cumplió su vida útil. 

Ella mostró una carpeta que contenía más de 30 oficios enviados a la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM) desde hace 10 años.

El contenido de estos oficios es el mismo: piden una nueva red de agua y alcantarillado, y la instalación de la tubería de agua lluvia que nunca han tenido.  

“No hemos tenido ninguna respuesta definitiva, solo atienden el daño del momento. Necesitamos que nos auxilien, porque el desperdicio de agua afecta la cimentación de nuestras viviendas. Tampoco podemos recibir agua a media llave por temor a que se rompan las tuberías”, dijo  Gloria Cárdenas, moradora del sector.

 

Nuevo plan. José Luis Franco agregó que las 130 familias que habitan en esta ciudadela y que con el tiempo fueron cerrando con sus construcciones el perímetro de la ciudadela pagan sus impuestos a la EPAM y al municipio, lo que les da derecho  a tener un servicio sin problemas. “Ahora recibimos agua a cuentagotas”, señaló. 

“Necesitamos conocer si estamos incluidos en la reconstrucción hidrosanitaria que se construye en la parroquia Manta. Sería un error no habernos tomado en cuenta, porque nuestro reclamo de nuevas redes ya va para diez años”, anotó.  

 

Válvula. Víctor Bravo, gerente técnico de la  EPAM, confirmó que las redes de agua de esta ciudadela ya no dan más, y por eso las roturas ante la presión que genera el incremento de agua que tiene la ciudad.

Agregó que para evitar que la presión rompa las tuberías se instalará en pocos días más una válvula reductora de presión.

Indicó que en la segunda estapa del plan hidrosanitario está contemplada una parte de la ciudadela. El resto quedará para la tercera etapa.