Luis Portillo trabaja en uno de los cinco puestos de alquiler de bicicletas de la carretera y asegura que “ahora los carros obligados deben bajar la velocidad y creo que el muro ha sido efectivo, porque a veces llegan niños y deben cruzar la vía con sus bicicletas”.

 

Hay inconformidad. Las quejas no se han hecho esperar por parte de algunos conductores.

“De la noche a la mañana apareció este muro y me causó sorpresa. Nunca nadie socializó o recogió firmas para construirlo y creo que eso es ilegal”, dijo un taxista que frecuenta la zona.

Antonio Gil, director de Obras Públicas de la prefectura, dijo en una entrevista pasada que un muro se debe hacer mediante un estudio previo.

“No se hace por hacer, primero se debe saber cuántos carros pasan por hora o por día y según eso, se procede a hacer un muro. En toda la vía hay señalización y los conductores están obligados a respetarlas. Cualquier obra que se haga en la carretera, sin permiso, es ilegal”, aseguró.

 

“Una buena causa”. Según varios habitantes, este muro era algo urgente porque en algunos casos se habían dado accidentes.

Carlos Tenorio transita tres veces a la semana en bicicleta por esta arteria y sostiene que lo importante es hacer conciencia.

“Si los conductores son irresponsables, no habrá muros que los detenga. Lo esencial es que hagan conciencia y tengan más respeto hacia el peatón”, comentó.

Según los moradores, que evitaron dar sus nombres, tomaron estas medidas porque están cansados de los accidentes.