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El último ladrido

En Manta existe el primer cementerio de mascotas de Manabí.

Martes 07 Agosto 2018 | 11:00

Inició como una idea, luego se convirtió en un proyecto y actualmente es una realidad.
El amor por los animales de José Salcedo lo llevó a crear el primer cementerio de animales en Manabí. 
Él mencionó que en el año que tiene vigente el servicio ha tenido buena acogida.
Cerca de 26 mascotas, entre gatos y perros, ya han sido sepultadas en “Huellas Eternas”, como se denomina el cementerio. 
Está situado en el sector de Los Corrales, entre los límites de los cantones Manta y Montecristi. 
Cuando la perrita de Roberto Morales murió, sintió haber perdido a un miembro de su familia.
Él asegura que el dolor fue tan grande porque Sousha, de raza chihuahua, no era solo su mascota, sino su compañera por más de siete años. 
Roberto, quien se considera amante de los animales, lamentó que su perrita falleciera. Un vehículo la atropelló afuera de su casa. 
Mencionó que nunca pensó en enterrarla en cualquier otro sitio: prefirió darle un sepelio digno. 
Fue entonces que recurrió a “Huellas Eternas”.
Servicios. El camposanto cuenta con servicios similares a los de una funeraria común, como preparación del cuerpo; sala de velación, si es que el dueño así lo prefiere, o sino se hace la velación en la casa; la caja tipo ataúd; además el traslado de los dueños de la mascota hacia el camposanto. También disponen de una furgoneta que hace las veces de carroza fúnebre, y en el lugar del entierro se ubica una lápida tallada con el nombre del animalito. El precio varía por la calidad, que queda a elección del propietario de la mascota. 
El servicio se ofrece en cuatro planes diferentes, cuyos costos van desde los 300 dólares hasta los 600. 
Estos pueden ser financiados en determinado número de cuotas. “La idea es que el dueño del animalito se vaya preparando para cuando tenga que necesitar el servicio”, indicó Salcedo. 
Dijo que el Ministerio de Ambiente aprobó el proyecto por la iniciativa que planteó, que consiste en que por cada animal que sea enterrado se tenga que sembrar un árbol. 
“Esto no es algo que se ha hecho de la noche a la mañana, sino algo que ha sido planificado debidamente. He hecho las investigaciones y observaciones en países como México, donde acudí a un camposanto de mascotas para poder ejecutar mi proyecto en Manabí”, recalcó.
Cuenca, Guayaquil y Quito son otras ciudades en las que también hay un camposanto para mascotas. 
“Huellas Eternas” cuenta con una extensión de cinco hectáreas, pero actualmente se trabaja en una, como fase inicial del proyecto, que incluye el lugar donde están sepultadas las mascotas y áreas verdes. 
También se siembra césped en las áreas de ornato, además se nivela y riega la zona del camposanto.
Cuando Ximena se enteró de la existencia de este camposanto, decidió ahorrar dinero para otorgarle a su querido Scooby un lugar digno cuando le toque partir.
“Ellos son parte de nuestras vidas, se convierten en parte de nuestras vidas, son uno más de nuestra familia, creo que se merecen un mejor trato a la hora de su muerte”, señaló Ximena.
Proyecto. El promotor  de este proyecto mencionó que su objetivo es crear un hotel y un parque exclusivo para las mascotas.  
“La idea es adecuar una infraestructura moderna para adaptarla y ofrecer estos servicios complementarios a la ciudadanía. Así podrán venir, traer a sus nuevas mascotas, correr por las instalaciones y pasar un momento bonito. También quiere implementar el servicio de cremación.
El contrato establece que el animalito puede permanecer en el cementerio por tres años sin que el dueño cancele un valor adicional. Luego de este tiempo se deberá pagar una cuota “simbólica” hasta que el dueño desee. “La idea es que queden para siempre ahí”, dijo Salcedo. 
Aclaró que el espacio no puede ser utilizado en más de una ocasión. Así que, si una persona llega a sufrir la pérdida de otra mascota, tendrá que adquirir un nuevo espacio.
“Prácticamente el espacio sale casi que sin valor, porque lo que cobramos es por el servicio propiamente dicho  y los detalles como movilización con transporte de la empresa, sepultura, excavación, lápida, caja, recuerdo, velatorio, flores y, de ser posible, un pequeño refrigerio”, acotó. 
Este cementerio es un legado que José quiere dejar a sus hijos y que estos a su vez lo hagan con los suyos. 
“Lo que quiero además es que la gente tome conciencia y que tenga presente que los animales se convierten en una parte importante en nuestras vidas, y qué mejor manera de retribuir todo ese amor incondicional que nos dan y esa fidelidad que ofrecerle en el fin de sus días este detalle.
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