Las llamas se propagaron con facilidad por las paredes de caña de las casas en las que habitaban dos familias compuestas por cuatro adultos y cuatro menores. 

Los gritos de desesperación de los afectados aumentaron cuando explotó un cilindro de gas lo que volvió la situación incontrolable.

Al punto llegaron varias unidades del Cuerpo de Bomberos que solo lograron apagar las brasas encendidas. No se pudo recuperar nada material.

> Tragedia.  Tras el incendio Luis Rivera se quedó en su casa para rescatar algún electrodoméstico que sirviera, pero ayer en la mañana, se percató que nada valía. Su esposa Mayra Castro y sus tres hijos de nueve, tres y un años, amanecieron en casa de su suegra quien les dio posada. Luis recordó que esa noche (21h00)  salió con su esposa y sus hijos a comprar agua, y cuando regresó encontró todo cubierto de llamas. Sospecha que algún cortocircuito habría originado las llamas, porque ningún electrodoméstico quedó prendido cuando salieron a comprar. 

La casa de Sandra Rivera, también quedó inservible a consecuencia del incendio. 

Ella comentó que se estaba bañando cuando ocurrió la tragedia. La mujer  sólo tuvo tiempo de ponerse una bata de dormir, coger su niño de un año  y salir del inmueble, que ya ardía, para salvar sus vidas. 

A una cuadra del lugar del flagelo se encuentra una de las estaciones del Cuerpo de Bomberos.