La gratitud por los favores es una de las motivaciones para participar en los actos religiosos, en especial en la procesión.

La romería recorrió las calles Sucre, 7 de Agosto, 24 de Mayo, 13 de Abril, Wilfrido Viteri, 24 de Julio, Salinas, Washington, Colón y Bolívar, y culminó con el regreso hasta la iglesia de San Cayetano. 

 

Historia.  El periodista radial Reinaldo Triviño indicó que datos históricos detallan que en el año 1960 se comenzó a realizar novenas en homenaje al Señor de la Buena Esperanza. 

Mencionó que se conoce que el sacerdote agustino Federico Ibañes, oriundo de España, fue quien dio inicio a la novena y a la procesión.

“En ese tiempo hubo una fuerte sequía y de un momento a otro llovió. Según dicen, desde ahí se le atribuyó este milagro al Señor de la Buena Esperanza”, recordó. 

Triviño señaló que con el paso del tiempo la participación ha aumentado.

 

Fe. Juan Bosco Zambrano, de 55 años, dijo tener 30 años seguidos participando en la procesión. Él es parte de los Caballeros del Señor de la Buena Esperanza, y aunque esté enfermo o con alguna dolencia, es su devoción cargar la imagen. 

Aseguró que esa acción lo sana de muchas enfermedades. 

“Cuando comenzó mi devoción le pedí al Señor de la Buena Esperanza que curara a una de mis hijas y así lo hizo”, precisó otro de los devotos, Gastón Santos.

Vicente Saeteros, párroco de la iglesia de San Cayetano, aseveró que la devoción al Señor de la Buena Esperanza es cada vez mayor y se nota cada año con el aumento de los fieles que llegan de todas partes de la provincia.

Indicó que los milagros que muchos le atribuyen a Jesucristo se obtienen por la fe con la que piden favores en las novenas.

“Los testimonios que se escuchan son reales, porque la palabra de Dios dice que los milagros se desprenden por la fe”, señaló el sacerdote.