La prisión medida se determinó considerando la gravedad y las circunstancias del delito "que hacen evidente el peligro de fuga del justiciable dado los guarismos de la eventual sanción penal a recaer en el juicio oral y público", según se establece en la solicitud de formalización del fiscal responsable del caso.

Además, se solicitó la "reconstrucción de los hechos bajo la dirección del Tribunal" como prueba anticipada.

El informe indica que M.C.B.Z., de 75 años, se desplazó a la casa de su hija el pasado 29 de julio para "almorzar" con ella y su marido y "pasar el resto de la tarde en el lugar".

Cuando el hombre dejó el local para trabajar, "se suscitó un altercado verbal" entre las dos "por problemas familiares de antigua data" que resultaron en la muerte por estrangulamiento de la anciana.

Vecinos cercanos afirmaron haber escuchado los gritos durante la discusión. Incluso uno de los testigos sostuvo haber oído cómo la víctima le pedía a su hija que no le pegara y las arcadas consecuencia de la asfixia.

Sin embargo, en su declaración a la Fiscalía, M.S.B. admitió el hecho del que se le imputa, pero sostuvo que su madre murió "a raíz de un tirón que le propinó de la bufanda que vestía y su posterior caída en el piso por resbalamiento".

Esa versión, en tanto, es incompatible con los resultados de la autopsia que apuntan como causa "sofocación por compresión mecánica externa de cuello y de los orificios respiratorios".

Pese a que la imputada "se encuentra declarada incapaz civilmente y por ende presenta una capacidad de razonamiento y juicio disminuido", de acuerdo a una pericia psiquiátrica realizada por el Instituto Técnico Forense, "desde el punto de vista del derecho penal, tiene una capacidad de culpabilidad plena que le permite apreciar el carácter ilícito de sus actos y sus consecuencias". EFE