Si usted es ecuatoriano y quiere ser capitán de un barco atunero de más de 600 toneladas, tal vez nunca se le realice ese sueño si no cumple algunos requisitos.
Este trabajo lo hacen en su mayoría capitanes extranjeros que contratan las empresas pesqueras nacionales.
Berny Holguín es un capitán ecuatoriano que dice que para navegar barcos de mayor calado necesita una matrícula o licencia de capitán de altura.
A pesar de estar preparados para dirigir la pesca en pequeños y grandes atuneros, no puede hacerlo en los de más de 600 toneladas por la falta de la matrícula, reiteró.
Holguín recordó que a muchos de sus compañeros les ha tocado firmar los zarpes de salida de estas naves ecuatorianas y acompañar la pesca, pero la dirección técnica de la navegación la hacen extranjeros.
“Esto ocurre en los barcos que pertenecen a los armadores extranjeros residentes en nuestro país”, anotó.
La ley señala que un capitán ecuatoriano debe firmar el zarpe.
Holguín indicó que su próximo desafío es tener la licencia de capitán de altura, y así estar en esa lista selecta.
>De familia. Desde hace 24 años trabaja en altamar. Su padre le inculcó seguir este oficio, pero sus hijos no quieren saber de este trabajo.
“A lo mejor porque han vivido los sacrificios de no estar con ellos en fechas especiales. También por las experiencias de naufragio y hasta de muerte de amigos pescadores”, dijo.
Holguín tiene la experiencia de haber rescatado a 16 pescadores que estaban en boyas salvavidas y dentro del barco “Tuna 1”, que naufragó en el 2012 frente a las costas de Galápagos. Ese trabajo lo hizo como capitán del barco “Fernandito”, que estaba cerca del accidente.
En tierra, un fin de año, le tocó sufrir por el naufragio de la nave que tripulaba su padre. Al final, su progenitor y la tripulación fueron rescatad con vida.
>Experiencia. William Mero es capitán desde hace ocho años. Cuenta que los barcos atuneros de 800, 1.000 y 1.200 toneladas navegan con capitanes portugueses, españoles y croatas.
Mero, quien tiene 30 años en la actividad pesquera, cuenta que durante este tiempo no ha enfrentado ninguna mala experiencia en altamar, en las naves que le ha tocado comandar.
>RecuperaciÓn. Riter Ortiz es un capitán de pesca que asegura que se trata mejor a un capitán extranjero que a un ecuatoriano en el país.
“No es posible que un capitán extranjero en una nave nacional gane entre 70 y 80 dólares por cada tonelada de pesca, y que a nosotros se nos reconozca solo entre 40 y 50 dólares”, dijo.
A los capitanes ecuatorianos solo se los contrata para que firmen los zarpes de salida y para que luego de la faena de pesca que administran los extranjeros dirijan la recogida de la red y la sacada de la pesca a las cubas, detalló Ortiz.
Por esta actitud de las empresas que manejan barcos desde 700 hasta 2.000 toneladas de Registro Bruto (TRB), “estamos trabajando en la recuperación de la antigua Escuela de Pesca”, ahora Epespo (Escuela de Pesca del Pacífico Oriental), que la administra una fundación privada desde hace más de 10 años, señaló.
Ortiz dijo que Manta y la costa ecuatoriana urgen tener nuevamente una Escuela de Pesca que oferte presencialmente capacitación para la formación de los diferentes oficios que forman la actividad pesquera.
“No se puede formar a un tripulante, a un maquinista, a un patrón costanero, entre otros, a través de cursos a distancias. El mar está lleno de grandes peligros, y por tanto ser pescador merece también de una academia, que enseñe a conocer cómo está formado un barco, cómo desempeñar cada oficio dentro de una nave y cómo actuar en peligro”, manifestó Ortiz.
Indicó que junto con la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Eloy Alfaro de Manabí (Uleam) trabajan en la recuperación de la Escuela de Pesca. Para hoy tiene una reunión de trabajo para definir el anexo de la Escuela de Pesca a esa facultad.
>Atunec. En la Asociación de Atuneros del Ecuador (Atunec) se informó que en algunos de los casos hay flotas que aún están siendo asistidas por capitanes extranjeros, pero que la mayoría de los barcos con bandera de Ecuador son dirigidos por capitanes netamente ecuatorianos en embarcaciones de 600 toneladas.
Raúl Paladines, armador atunero, dijo que en Manta ya hay cinco capitanes de altura que ya trabajan en barcos de grandes toneladas, precisamente porque se capacitaron para obtener esta licencia.