Los cambios en el reglamento de la CIDH que impulsó Correa le pasan ahora factura en contra.

“El expresidente Correa debería agradecer a todas las personas que nos opusimos a su guerra contra la Comisión Interamericana, a su intento por acabar con la posibilidad de que se dictaran medidas cautelares, a su lucha por disolver las competencias de la Comisión Interamericana y convertirla en un centro de capacitación”, sostuvo.

Dijo que gracias a que resistieron a los ataques de Correa y su gobierno hoy existe la Comisión Interamericana y puede dictar medidas cautelares, y por eso el exmandatario puede solicitarlas.

REFORMA.  Botero señaló que ahora, en virtud de la guerra que hizo Correa contra la Comisión, esta tuvo que reformar su reglamento y el punto de honor después de que intentaron acabar con la figura de las medidas cautelares, el punto que la Comisión no pudo resistir es que le tocó aumentar los requisitos para poder otorgar una medida cautelar, y justamente por haber aumentado estos requisitos hoy la solicitud del 

expresidente Correa es inadmisible.

“Su propio invento hace que las medidas se vuelvan improcedentes”, sostuvo.

Agregó que si la Comisión Interamericana obedece su propio reglamento, las reformas que la Comisión tuvo que hacer como resultado de la guerra que le hizo Rafael Correa, simplemente son improcedentes.

“Tiene que demostrar (Correa) que hay una violación urgente e irreparable de un derecho fundamental, que de no ser protegido a través de la medida cautelar, no se puede reparar de ninguna forma, y eso no lo demostraría, indicó la ex relatora de la CIDH.

Botero piensa que la Ley Orgánica de Comunicación tendría que ser derogada y la Superintendencia de Comunicaciones debería suprimirse y ese dinero deberían invertirlo en bienes y servicios para la gente de Ecuador, en hospitales, en escuelas, y no en órganos de censura.