Los curiosos se acercaron y se dieron cuenta de que se trataba de un vecino.

Fue identificado como Víctor Proaño Gallo de 49 años. 

El cuerpo estaba sobre una de las gradas del estadio, al principio pensaban que estaba dormido, señalaron los testigos.

Luego se dieron cuenta que tenía un arma en su mano y que se había disparado en la boca, lo que le provocó la muerte de forma instantánea.

Al sitio llegó una ambulancia. Uno de los paramédicos examinó a Víctor y comprobó que no tenía signos vitales.

 

Era taxista. La esposa, un hijo y otros familiares llegaron hasta el sitio y protagonizaron escenas de dolor. 

Ninguno de los presentes conocía el motivo que lo llevó a suicidarse.

Luis Ochoa, cuñado del fallecido, dijo que el hoy occiso trabajaba conduciendo un taxi.

“No sabemos por qué tomó la decisión. Tengo entendido que llegó a la casa, salió y luego pasó esto”, manifestó Ochoa señalando el cadáver.

Al sitio llegó personal de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) y Criminalística.

Byron Mendoza, oficial, dijo que se encargaron de hacer el levantamiento del cadáver. “Se ha realizado el análisis de la escena del delito y un examen externo del cuerpo”, detalló.