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Portoviejo
Los apóstoles que salvan de la muerte

Ramón Chilán era joven cuando una culebra le mordió en la mano. El veneno lo noqueó y fue llevado en mal estado a un curandero.

Sábado 28 Julio 2018 | 11:00

En ese tiempo se encomendó a San Pedro y San Pablo, dos apóstoles muy queridos en su sector, Picoazá, y a quienes les prometió que si lo sacaban vivo de esas, algún día les iba a realizar un gran festejo.

Ramón finalmente fue salvado por el curandero que con remedios de hierbas y oraciones lo devolvió a la vida. 
En el año 2008, ya de 46 años, una culebra equis de rabo amarillo se le apareció en su casa y estuvo cerca de atacarlo. Para el hombre fue una prueba inequívoca, no había duda, tenía que cumplir su promesa, por lo que allí mismo solicitó en la iglesia de Picoazá que le permitieran ser presidente del Gabinete de Negros para organizar la fiesta en honor a San Pedro y San Pablo.
Sin embargo, en Picoazá la tradición señala que una persona que realiza una manda (agradecimiento) a los santos apóstoles debe ser presidente en dos gabinetes: en el de Blancos y en el de Negros. En este año a Ramón ya le tocó presidir al Gabinete de Blancos y no reparó en su intención de agradar a sus salvadores.
En el patio de su casa, en El Pedregal de Picoazá, organizó una fiesta de cinco días. Allí, en una cancha de  tierra, metió un festejo impresionante: cuatro orquestas famosas deleitaron a los bailadores cada noche. En ocasiones se desbordó la multitud.
Además, para contentar a todos los feligreses que llegaron hizo matar dos toros, cuatro chanchos y más de 200 pollos con los cuales desayunaron, almorzaron y cenaron, eso sin contar los tanques de cerveza, whisky y más bebidas que pusieron más felices a los asistentes. A la iglesia le donó 1.000 dólares para hacer obras. 
En total, Ramón Chilán invirtió más de 25.000 dólares en el festejo. El agradecido feligrés, quien es vendedor de fruta y legumbres en el mercado de Portoviejo, dijo que lo hizo de corazón porque les está muy agradecido a los santos ya que, aseguró, lo han salvado de la muerte, lo tienen con salud y muy feliz.
Salud. La historia de Silvino Vera es similar. En el 2015 enfermó gravemente y se encomendó a los apóstoles, milagrosamente se recuperó y dos años después, como presidente del Gobierno de Blancos, durante tres días repartió comida y bebidas al pueblo, sacrificaron tres vacas y seis chanchos, además de aves para calmar el ímpetu de los fiesteros, gastó 30.000 dólares y todos llegaban a comer hasta su casa. Las orquestas hicieron las delicias durante las noches y señaló que cumplió con su promesa, ahora le resta ser presidente del Gobierno de Negros.
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