Una hernia en el abdomen le impide seguir laborando.

Desde muy joven, este personaje ventanense, se dedicó a este oficio. Inició como oficial en talleres de diferentes partes del país.

Trabajo. ”Tenía muchas ganas de aprender de este oficio y comenzar a ganarme la vida, por eso me fui a visitar algunos maestros que me den trabajo, ahora ya no puedo hacer nada de lo que antes hacía”explicó. 

Recuerda que ingresó a trabajar con un amigo en el centro de Ventanas. Allí estuvo  por cinco años, luego se cambió con el maestro Samuel Mendoza con quien laboró 15 años como oficial. 

Castro viajó hasta Quito donde se radicó por otros ocho años donde afirma que no le querían dar trabajo por ser de la costa.

Trayectoria.  “El dueño de aquella mecánica era de Echeandía y no me quería contratar por que para las personas de la sierra nosotros los dela costa somos ladrones y vagos, pero ingresé a prueba y con mis conocimientos me fui ganando la confianza”, comentó. 

Explicó que la mecánica es un oficio en el que para el  mínimo trabajo se necesita hacer fuerza, pero la hernia umbilical le impide hacerlo, por tal razón su economía se está viendo afectada. 

Es por esa razón que decidió colgar sus herramientas y dedicarse a la venta de comida, visita a sus clientes de la mecánica y sus compañeros ofreciendo el producto. 

“Tengo que operarme, no puedo hacer ningún tipo de fuerza  y mi esposa es diabética y posee una discapacidad motriz (no puede mover las manos), por lo cual pido que quienes me conocen me ayuden ahora que lo necesito,  que compren mis productos”, dijo  Ramón Castro.

A pesar de la enfermedad no se cansa de trabajar y quiere salir adelante.