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Portoviejo
Jairo salió del coma recargado en su fe

La fe y el amor hacia Jesucristo crecieron mientras Jairo García se encontraba en coma. Fue un tiempo que pasó viviendo en calma.

Jueves 26 Julio 2018 | 11:00

 Jairo es un popular artista manabita y fue precisamente cuando cumplía con actividades relacionadas a su profesión, que resultó lastimado. 

El 12 de julio del 2003 es una fecha que se mantiene fija en las personas que conforman el hogar de la familia García-Castro. 
Mientras los allegados al accidentado hacían vigilia en una casa de salud angustiados y con la expectativa de noticias positivas, el afectado se encontraba en coma. 
Él denomina a la experiencia como viviendo más allá de la vida, ya que se vio rodeado por una luz intensa, cristalina, que lo llenaba de paz.
“Me sentía cayendo a un vacío sin fin, solo atinaba a tratar de agarrarme de las paredes para no seguir cayendo. De pronto abrí los ojos y me di cuenta que estaba en una clínica”, precisó.
Trabajo. La noche del accidente García, integrante de la orquesta Soledispa Junior, iba en compañía de varios compañeros de trabajo. Ya habían tenido una presentación artística y debían acudir a otro compromiso; sin embargo, para ese evento debían buscar otros equipos, por eso hicieron una pausa a su jornada.
Bajaban por la calle Córdova (preferencial) y al llegar a la intersección un taxi se pasó la luz roja. 
El conductor de los músicos, quienes viajaban en el balde de la camioneta, maniobró hacia la izquierda para no chocar, pero dos de los viajeros se cayeron del automotor a pocos metros del antiguo cuartel de los Bomberos.
Consecuencias. Los bomberos de turno se dieron cuenta del percance y corrieron a auxiliar a los heridos. Tras evaluarlos, consideraron que uno de ellos requería atención urgente por posibles lesiones cerebrales. 
La familia no escatimó esfuerzos. Dispusieron que los afectados fueran trasladados a la clínica San Antonio, donde comprobaron que Jairo Javier tenía fisuras en el hueso temporal, la clavícula partida en tres partes y un edema cerebral.
El otro músico tuvo fracturas en uno de sus brazos. El cantante perdió el conocimiento desde el mismo momento de la caída y así se mantuvo por ocho días, tiempo en el que permaneció “en el hoyo de luz brillante”.
Inquieto. Siendo un músico de toda la vida, su temor fue no seguir con la pasión, ya que la otorragia (hemorragia en el oído) que lo afectó, lo hizo perder la agudeza de los sonidos y precisaba seguir a la par con las tonadas para cantar en sus presentaciones.
“Al año volví a escuchar sin problema alguno y a reiniciar mi vida de forma normal”, precisó. 
García aseguró que no lleva rencor para ninguna persona, porque todo fue cuestión de un accidente, sostuvo.
Pero si algo se desarrolló gracias a ese percance, fue su amor hacia la religión.
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