Este sector fue fundado en 1961 como colonia agrícola y el 31 de octubre de 1986, se hizo jurídico. Los primeros pobladores vinieron en su mayoría de El Oro, Guayas, Manabí, Azuay y Loja. 

Julio Quezada, presidente de Vicente Rocafuerte, sostiene que el paso del tiempo les está pasando factura.

“Hemos crecido mucho en población y los moradores empiezan a pedir las obras. Nosotros como autoridades hacemos lo que podemos con lo poco que tenemos”, aclara.

 

El gran problema. La comuna se asentó en un terreno de 25 hectáreas con escrituras globales. Actualmente viven cerca de mil personas en el centro poblado.

El servicio de agua potable es la principal necesidad.

Hace 20 años los pobladores mediante mingas construyeron un pozo profundo de 35 metros y un tanque elevado, con capacidad de 14 mil litros, para abastecerse del líquido.

“Aquí necesitamos un cambio urgente del actual sistema de agua potable porque ya no abastece para toda la gente”, dice Laura Alao, vicepresidenta.

Sostiene que todos los habitantes tienen pozo séptico y esto está causando grandes problemas.

“El agua ya está saliendo contaminada y si seguimos así se va a crear un serio problema de salud en la comunidad”, agrega.

Mensualmente los 165 socios de la Junta de Agua de la zona pagan cuatro dólares con 55 centavos por 10 metros cúbicos de agua, se informó.