Su presencia la complementa con una culebra grande, de casi dos metros, que pasa enrollada en su brazo y que en ocasiones asusta a los peatones. “Es una matacaballo y no es agresiva”, manifiesta el hombre. 

Así, cada día, con los santos exhibidos en una vitrina y la culebra en la mano, el hombre baja de la parroquia San Pablo de Portoviejo y se acerca a los locales comerciales, viviendas y uno que otro peatón distraído. Las personas a lo lejos ya saben que se trata de un elemento propio de las fiestas religiosas de San Pedro y San Pablo, que en Manabí tienen gran acogida y se celebran precisamente en este mes y se extienden hasta octubre. “Reciba la visita de los santos apóstoles”, les dice.

 

> feligreses. Las personas que los reciben generalmente se persignan y observan la culebra; casi todos dejan una moneda en la misma caja donde están las imágenes de los apóstoles, a quienes les atribuyen poder sobre las serpientes. 

Los historiadores de Manabí indican que hace más de 200 años los agricultores comenzaron esta fiesta como una forma de agradar a San Pedro para que los protegiera de las culebras que en ese tiempo había en gran cantidad en los campos agrícolas. Luego la celebración fue tomada también por los pescadores, quienes les agradecen a los santos por las buenas pescas de cada año.

Don Bolívar es el encargado de poner este elementos en las celebraciones que se realizan en varios sectores de Manabí, de hecho, dice, ya tiene contratos para las próximas celebraciones, la más cercana será en la comunidad Sasay de Santa Ana, explica. 

Indica que generalmente lo acompaña un abanderado que se encarga de hacer una rutina con el lábaro de un bando determinado, pues recuerda que San Pedro tiene un gabinete de Gobierno y San Pablo igual. “Mejor dicho, un bando de negros y otro de blancos”, explica.

Así el “generalísimo” va con sus enseres recordando que las tradicionales fiestas religiosas están de vuelta. 

En muchos barrios de Portoviejo y poblaciones de Manabí ya se alistan para empezar desde hoy con las celebraciones.