Actualizado hace: 945 días 24 minutos
Portoviejo
Por una rama perdió el pie

Mientras estuvo en la cama de un hospital se prometió poner su máximo esfuerzo para volver a la actividad física y reposar lo menos posible.

Domingo 03 Junio 2018 | 04:00

 Néstor Loor sabía que no sería fácil; que desplazarse con un pie menos requería de una fuerza espiritual extrema, también de la automotivación y confianza.

Por eso se puso como meta seguir siendo el líder de su hogar y ser ejemplo para sus hijos.
Hubo momentos duros, de reniegos y fracasos, pero una vez que dominó las muletas encontró la fórmula para reencontrarse con los caminos que transitó en su infancia y que lo llevaron a sus objetivos y más allá.
Ahora está enfocado en conseguir una prótesis y seguir mejorando su calidad de vida, ya que está dedicado al comercio y con mayor soltura de sus brazos lograría independizarse más.
 
Accidente. Fue en la mañana del 16 de abril del 2016 en que Néstor Loor Cobeña, de 35 años de edad, sufrió la caída desde una palma de coco. 
Se encontraba en plena cosecha del fruto, que es altamente apetecido en las playas ecuatorianas, cuando una rama de la palma, donde se encontraba apoyado, cedió por el peso. 
El jornalero sólo atinó a extender sus piernas esperando lo peor. Sin embargo, cayó de pie y su extremidad izquierda hizo blanco en una caña guadua.
La presión producto de la altura hizo que la tibia y peroné reventaran, convirtiéndose en una fractura expuesta, ya que los huesos astillados sobresalieron de la piel. El percance se dio alrededor de las 07h00 y en la tercera palmera que Néstor se aprestaba a cosechar.
 
Asilado. Los acompañantes del accidentado se dieron cuenta del problema y lo socorrieron. Lo trasladaron desde el lugar del percance en El Pechiche de la parroquia Riochico hasta el hospital del Seguro Social, en Portoviejo, donde estuvo en tratamiento médico por 63 días seguidos. 
Según Loor, en ese tiempo estuvo bajo un tratamiento médico exigente porque los galenos querían salvarle la extremidad. 
La espera fue larga. Las semanas se extendieron y de pronto pasaron trece meses en cama. “Estaba aferrado a la esperanza de mantener mi pie, sin embargo una bacteria contaminó la herida y los médicos me dijeron que debían amputar el pie para evitar que el mal siga avanzando”, sostuvo.
 
Inicio. Asimilar el problema no fue comenzar desde cero, dijo Néstor Loor, añadiendo que el respaldo y apoyo de su familia fueron fundamentales para enfrentarse a la discapacidad y convivir con ella. 
Precisó que cuando observa a vecinos suyos cosechando cocos se pone un poco melancólico, pero se le pasa la sensación al sentir el amor de sus familiares. 
Una de las metas que se impuso Néstor es reunir recursos para adquirir una prótesis, cuyo valor está entre los 1.300 y 1.500 dólares. 
“Tengo un negocio de queso y agua purificada y estoy ahorrando para mi cometido”, dijo.
Loor mencionó que espera la ayuda de alguna fundación para lograr su meta. Quienes deseen ayudarlo lo pueden contactar al celular 09-9070-5945.
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