Esa mejoría en el abastecimiento era sostenida, a pesar de la conclusión del paro camionero, del que aún persisten unos pequeños focos y fue seguida por el inicio de una huelga de 72 horas convocada por los trabajadores petroleros, que comenzó ayer.

En ese último caso, los sindicatos explicaron que la paralización es en protesta por los altos precios de los combustibles, así como en “solidaridad” con los camioneros y para exigir la destitución del presidente de la empresa Petrobras, Pedro Parente.

Según la petrolera estatal, la huelga se cumplía parcialmente, pero no afectaba la producción de crudo y derivados y tampoco su distribución, con lo que no tenía impacto en el proceso de retomada del abastecimiento, que el pasado fin de semana llegó a niveles críticos como consecuencia del paro camionero.

En las carreteras, de acuerdo al propio Gobierno, ya no había bloqueos de camiones, aunque sí continuaban actuando grupos de “revoltosos” que intentaban impedir la plena vuelta al trabajo de los transportistas.

Según el ministro de Seguridad Nacional, Raúl Jungmann, unos 20 mil efectivos de las Fuerzas Armadas fueron  desplazados para cooperar con los organismos policiales y regionales en la “protección” de los camioneros que intentan volver al trabajo.

Sobre el paro camionero, la titular de la Abogacía General del Estado, Grace Mendonça, reiteró que existen “serias sospechas” de que, junto con el movimiento de los trabajadores del transporte, empresas del sector quisieron aprovecharse de esa situación.