La delimitación de un tramo de la playa de San Mateo con un cerramiento, ha generado cuestionamientos.
Se trata de un espacio de 58 metros de largo y 90 de ancho, donde está la caseta de los salvavidas.
Allí funciona un bar, cuyo ingreso cuesta cinco dólares. El valor es consumible en bebidas.
El lugar es alquilado al municipio por una empresa que en el 2015 realizó un acuerdo con el cabildo.
En el acuerdo se establecía rehabilitar la torre que se hallaba en mal estado, promover actividades de deportes acuáticos, tener un salvavidas y hacer torneos gratuitos.
Permisos. Según Analía Navarrete, directora municipal de Turismo, todo eso se ha hecho, pero después se solicitó el permiso para la ubicación de un bar y el uso de la playa, por lo que los promotores turísticos cancelan un valor cada cuatro meses: 45 dólares por el bar y 250 dólares por el espacio (arena).
La funcionaria indicó que los empresarios informaron que cercaron el espacio como protección porque en varias ocasiones les han robado y quemado algunos muebles del bar.
“El contrato de la arena es igual al que se realiza para alquiler de cabañas o puestos de cocteles en la playa. Este se renueva cada año”, explicó.
Según Navarrete, el objetivo es promocionar e impulsar el turismo en San Mateo. Hasta ahora, considera la funcionaria, se ha cumplido en todo lo que se acordó.
Críticas. El concejal Pedro Loaiza indicó que ya se desvió el objetivo del convenio, que era promover eventos deportivos.
Señaló que se lo ha tomado como un negocio, ya que alquilan tablas, hacen fiestas y “ahora han cerrado parte de la playa, no sé con qué autorización”, dijo.
Loiza señaló que todas las playas son públicas y nadie puede prohibir el acceso a ellas. “Voy a averiguar al interior de la administración municipal para, si es posible, pedir la reversión del acuerdo”, agregó.
Viviana López, dirigente del área turística de San Mateo, manifestó que no se ha percatado del cerramiento, ya que por motivos profesionales no ha estado en la parroquia. Indicó que va a revisar lo que se ha hecho en la arena. “Imagino que tienen el permiso de autoridades”, expresó.
Isidoro Montalván, concejal de la zona rural, dijo que hasta donde sabe, los empresarios han tenido autorización para el cerramiento, pero no está muy de acuerdo porque es un área pública. “Cuando se hace esto hay normas, pero hay que saber cuál ha sido la razón por la que se dio aquello”, señaló.
En el lugar se dan clases gratuitas de surf y se realizan eventos de reactivación.
Antes de usar el espacio lo arreglaron con maquinarias. La ordenanza bajo la que se alquiló el espacio es la del uso de la arena.