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Salto cuántico y memoria universal
Salto cuántico y memoria universal
Por: Bernardo Avellán Vélez
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Martes 24 Abril 2018 | 04:00

Así como un “disco duro” virtual guarda cuanta información podamos ingresar, así mismo en las regiones del híper-espacio existe un registro natural llamado por el budismo, “registro Akáshico”.

El híper-espacio es una forma de espacio que tiene cuatro o más dimensiones. El término aparece tanto en geometría clásica, como en la descripción no oficial de ciertas teorías física-cuánticas. La noción de híper-espacio ha sido y es utilizada para especulaciones sobre desplazamientos súper-lumínicos.
El Híper-espacio o registro Akáshico, es la memoria global del universo-espacio, una región multi-dimensional donde se archivan todas las experiencias humanas, incluyendo conocimientos, experiencias de vidas pasadas, presente y futura. Este sistema energético etéreo contiene todas las potencialidades que el alma posee para su evolución en este plano de vida dando sentido a la existencia. 
Por cierto, nuestra conciencia superior sabe que todas las respuestas están dentro de UNO MISMO. Sabemos con certeza que hemos venido para algo trascendente, que tenemos mucho por aportar al mundo y que somos capaces de conectarnos directamente con los planos de la conciencia divina, que no necesitamos de intermediarios. Así como Jesús nos exhortó a encontrar la Verdad y buscar nuestro Dios dentro de nosotros mismos  (Yo interior).
Los Registros Akásicos atesoran información habida y por haber, no solo referente a la humanidad y su mundo, sino de todo el Universo, en ellos se encuentra la información de todo cuanto  existe o puede llegar a existir. 
Cualquier cosa por sencilla, tiene su propio registro Akáshico, cada persona, animal, planta, en definitiva todo lo que existe o con potencial para existir tiene almacenado en su interior una parte de sabiduría a la que podemos acceder. 
El registro Akáshico se encuentra fuera de nuestra concepción tridimensional, en las dimensiones superiores, por tanto están en todas partes, se aloja en el Éter o Akasha, que es la sustancia primordial, el quinto elemento, el que unifica a los otros cuatro: Tierra, Aire, Agua y Fuego, sin el Éter los cuatro elementos no pueden operar.
Cuando nos conectamos con los registro Akáshicos nos vinculamos con nuestros guías espirituales y con la parte de nosotros que tiene registrada en su memoria todo lo que ha acontecido en el Universo, la parte de nosotros que encierra nuestra sabiduría. 
Acceder a los registros Akáshicos nos puede ayudar en nuestro crecimiento y evolución espiritual, pues la información que podemos obtener de ellos precisamente es una información valiosa que nos ayudará a lograr el entendimiento de las numerosas interrogantes que ocurren en nuestra vida. 
La información que se nos facilita al interactuar con los Registros es un conocimiento que propicia la comprensión, el entendimiento, el conocimiento de uno mismo y del entorno que nos rodea. Conectarnos con los Registros AkásHicos es volver a estar en contacto con el Universo, con nuestro hogar, es volver a conectarnos con los verdaderos de deseos de nuestro corazón, que es donde reside la clave de nuestra felicidad.
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