Por lo tanto, sus logros deben reflejarse especialmente en revistas internacionales indexadas de gran prestigio. 

La producción académica de 34 universidades ecuatorianas se ha medido, desde 2014, mediante  el registro de artículos científicos  publicados en esa calidad de revistas  y  que constan en Scopus, la mayor base de datos  a nivel mundial. 

La información actualizada al  primer trimestre de 2018  la ha  presentado  el investigador Theo Toulkeridis, destacando en el primer lugar de  este período a la Universidad San Francisco de Quito  

Sin embargo, tomando la información original acumulada entre 2014 y 2018, se determinó que, en este quinquenio, fueron cinco universidades, tres de Quito, una de Guayaquil y una de Loja, que destacaron nítidamente  por encima de las demás al sobrepasar las 500 publicaciones. 

La lista  de honor está encabezada por la ESPE (universidad de las Fuerzas Armadas) con 818 , seguida de la Universidad San Francisco de Quito (762); en el tercer lugar  está la Universidad Técnica Particular de Loja (713), luego las escuelas Politécnicas del Litoral y Nacional con  680 y 654  publicaciones, respectivamente. 

Formando un grupo intermedio se encuentran 14 universidades que calificaron  con más de  100 y  menos de 500 artículos científicos, en donde  se ubica  la Pontificia  Universidad Católica de Ecuador (Quito) con 499.  Las quince restantes, o lo que se llamaría tercer grupo (con menos de 100  articulos), está encabezado  por la Universidad de Loja  con 97 publicaciones y al final de todas está la Universidad del Pacífico con 10. 

De las cinco universidades manabitas sólo dos han aportado con sus manuscritos en esta base de datos, bastante alejadas de los sitios estelares: la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manta  y la Universidad Técnica de Manabí   (puestos 21 y 28  entre  34)  registran   93 y 54 publicaciones, respectivamente.

Esta información confirma la tendencia  en estos casi cinco años y  que nos permite inferir que durante el presente año no habrá cambios drásticos en las ubicaciones. 

De todas maneras puede servir como estímulo para que los docentes y las autoridades impulsen e incrementen su producción científica. 

En el caso de Manabí, conviene  que  dentro del escalafón universitario  se valore más a los profesionales que  escriban;  y en especial a aquellos que lo hagan en revistas de mayor impacto y visualización por parte de los lectores que las consulten.  

Obviamente  que a las universidades  también les  sirve   para elevar su calificación  dentro  de los indicadores que utiliza  la Senescyt para categorizarlas.

 

(*)investigador categorizado Senescyt