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Artista
La mirada de José Pozo

José Pozo ha sido el pintor del Manta antiguo y el moderno.

Martes 03 Abril 2018 | 04:00

Ha pintado sus edificios, sus playas y sus viejas casas. También en sus lienzos ha plasmado los árboles de ceibo.

Hace unos años se decía que en Manta no había una oficina que no tuviera un cuadro de Pozo. Y, si era una pintura sobre Manta, mucho mejor.
Pozo, Pocito, o Pepe Pozo, como lo llaman amigos y conocidos, es un  artista  nacido en Atuntaqui (Imbabura) de 67 años de edad que llegó a Manabí cuando tenía 22 años. Y lo hizo para quedarse.
Pozo recuerda que arribó a Calceta como profesor de dibujo, luego estuvo en Portoviejo y por último en Manta, donde fue profesor del colegio que lleva ese mismo nombre. Allí se jubiló como maestro, pero de lo que no se ha jubilado es de su condición de pintor.
Los árboles. Pozo dice que en Portoviejo vivió cerca de la Universidad Técnica de Manabí (UTM), y le llamaron la atención los ceibos que había en el sector. Cuando viajaba por Manabí se encontraba en las carreteras con esos árboles “que parecen las extensiones del ser humano. Es una simbiosis”, dice.
Pintó cuadros en los que el árbol reflejaba el cuerpo de una mujer. En sus pinturas había figuras fantasmagóricas. En los cuadros también hay varias tonalidades: pueden ser ceibos con los atardeceres o con la brillante luz solar.
El artista observaba con curiosidad, por lo que leyó sobre este árbol peculiar que no crece en la Sierra.
El ceibo es una especie nativa de la tierra latinoamericana. En Ecuador, crece en los bosques tropicales de Manabí, Santa Elena y Guayas. Puede llegar a medir hasta 40 metros de altura, y tan solo su tronco tiene dos metros de diámetro cuando supera los 40 años de vida. Si existe alguna razón por la que es abundante en las vías de la Costa, es que no es un árbol maderable.
Pozo ha decidido volver a los ceibos en una muestra en la que buscará experimentar con una nueva propuesta pictórica. 
Además de pintor, tiene otra faceta como escultor y también de muralista. Pozo estuvo a cargo del mural de la Universidad Eloy Alfaro de Manabí. 
Por ahora ya prepara sus lienzos, pinceles y paleta de colores para empezar sus trabajos con los ceibos, esos árboles que lo cautivaron cuando dejó su casa en Atuntaqui.
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