Fue incluida en las ternas que presentó el presidente de la Republica, Lenín Moreno, a la Asamblea Nacional, para integrar el que está considerado como el quinto poder del Estado. 

Además, forma parte de la Comisión Nacional Anticorrupción, junto al Dr. Julio César Trujillo y otras siete personalidades consideradas como “la reserva moral del Ecuador”. 

María de Lourdes es hija de aquel ciudadano manabita que fue don Luis Arboleda Delgado, recordado por sus luchas cívicas junto al pueblo para la creación del Centro de Rehabilitación de Manabí; en el Cuerpo de Bomberos de Portoviejo y como ejecutivo en la fábrica de hielo “La Sirena”. 

La progenitora es la distinguida dama que aún nos acompaña en la vida, doña Letty Vaca de Arboleda, de cuyo matrimonio nacieron cinco hijos, todos ellos distinguidos empresarios. 

María de Lourdes estudió en el colegio Portoviejo, donde se graduó de bachiller, demostrando su amor al estudio y al trabajo. Viajó a Quito, estudiando sociología y ciencias afines en la Universidad Central del Ecuador; formó su hogar y tiene tres hijos. 

Se vinculó con los sectores académicos, en la lucha social, en la cátedra, en la cultura, en la investigación y en las organizaciones progresistas que buscan un mejor destino para Ecuador. 

Eso le permitió integrar la Comisión Nacional Anticorrupción donde existen reconocidos gladiadores por la honestidad, como otra valiosa mujer, doña Isabel Robalino Bolle. 

Le deseamos éxito a María Arboleda en su difícil labor junto a la recién nombrada comisión, que integra como Secretaria Técnica de Transparencia y Lucha contra la Corrupción. 

Ahí está también otra distinguida manabita, la Ec. Miriam Félix, rectora de la universidad ESPAM, de Calceta, “la sin par”. 

Manabí se siente enaltecida por esa presencia femenina en esta gran tarea, gran labor para devolver la honestidad al Ecuador. 

Un millón y medio de manabitas le damos nuestro respaldo y complacencia. La corrupción es el gran pecado, el gran delito que destruye al país; y si no lo erradicamos ahora, no seremos dignos de seguir existiendo.

María Arboleda Vaca, el destino te ha puesto en una gran encrucijada. No puedes defraudar ni a tu pueblo, ni a tu familia ni a tu patria. 

De igual manera tendrán que hacerlo todos los miembros de la Comisión de Participación Ciudadana y Control Social para poder gritar la conocida propuesta progresista: ¡Patria o muerte! ¡Venceremos!