Muchos datos que sirvieron para hallar los restos de antiguas civilizaciones fueron tomados de la Biblia o de las novelas de Homero (Troya). Los hititas aparecen nombrados en las crónicas egipcias, pero hasta fines del siglo XIX pocos creían en la existencia de este pueblo hasta que hallaron Hattusas, la capital del imperio. Posteriormente descifraron su escritura. Fue un pueblo indoeuropeo que vino desde las llanuras al este o norte del mar Caspio y ocupó Anatolia, hoy Turquía. En algún momento aparecieron los Hurritas y 100 años después desaparecieron. Así, llegaron también los pueblos del mar a dominar amplios territorios…¿De qué mar?

En América la situación no es mejor. Cierto es que de algunas culturas sabemos sus procesos evolutivos, pero no de la mayoría. La región más difícil de entender en la mesoamericana, ya que no se trata de uno o dos pueblos que evolucionaron sino de muchos: olmecas, toltecas, mixtecas, zapotecas, muchos tecas más, mayas…dicen que algunos de estos pueblos vinieron del norte…¿de dónde? Muchos misterios, muchas preguntas sin resolver.

Y cuando llegaron los que sabemos nos metieron en la cabeza que ellos eran la civilización y nosotros incivilizados. Una persona civilizada no mata ni ordena matar, ni saquea, ni roba. Una sociedad civilizada es justa social, política y económicamente. Que tiene dioses que generan amor para que se amen los unos a los otros.

Pero todas las civilizaciones que han servido de ejemplo para la nuestra han sido crueles e inhumanas. Hacían sacrificios a sus dioses inmolando niños, doncellas o capturados en batallas. Invadían comunidades arrasando y saqueando todo, violando mujeres, incendiando ciudades enteras, repartiendo el botín con sus dioses (Números 31:25-53. Entre otras cosas, a Yahveh le tocan 32 muchachas vírgenes, esto ha sido eliminado en las últimas versiones de la Biblia). Los Aztecas tenían en su capital una plaza donde empalaban las cabezas de sus enemigos sacrificados. Los Pasaos desollaban a sus enemigos y rellenaban la piel con paja y reducían cabezas humanas. Vikingos, normandos, francos, celtas, romanos, kasitas, mongoles, chinos, caribes, incas…todos mataron, saquearon, por orden de sus dioses.

Entonces la civilización no ha sido tan civilizada sino bárbara, cruel, perversa. Dicen que el fin justifica los medios. Y así el mundo sigue su curso porque nos presentan a un dios que en la mañana castiga y en la tarde es amoroso con sus hijos, al mismo nivel que un ser humano. ¡Qué engaño! Dios es eterno, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, soberanamente justo y bueno.