Actualizado hace: 939 días 10 horas 49 minutos
Manta
César se vio rodeado de ángeles

La historia de César Daniel Ávila, de 24 años de edad, se parece al libreto de una película de ficción o de una serie sobre milagros.

Sábado 17 Marzo 2018 | 11:00

 César habla sobre su experiencia con una seriedad tal, que deja al oyente con la incertidumbre. 

Su familia y sus amigos lo respetan. Lo conocen como una persona seria y responsable, y por eso le dan crédito a lo que cuenta.
Ocurrió el año pasado, mientras se encontraba en una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Rodríguez Zambrano, en Manta.
César vivió la experiencia más fascinante de su vida, rodeado de personas transparentes que vivían en un ambiente de luz intensa.
“No había sol. El clima era agradable y solo yo hacía la diferencia en ese lugar”, citó.
Muchas veces, sostuvo, habló con quienes se encontraban allí. Una de las cosas que más le agradó fue volver a encontrarse con varios familiares suyos fallecidos, entre ellos, tres de sus tíos y su abuelo Colón (muerto hace 17 años). “Cierta ocasión él se puso de rodillas, lloró y me dijo que me fuera, que regresara porque ese lugar no era para mí”, precisó.
 
Reacción. Entonces abrió los ojos y despertó del coma cuando sus familiares temían lo peor. 
César Ávila mencionó que al “volver a la tierra” eran las 03h00. Los médicos de turno se sorprendieron cuando vieron su reacción, ya que hasta ese momento se mantenía con sueros y estaba conectado a una serie de equipos para monitorear sus signos vitales.
“Diosito me levantó. Además mi abuelo me dijo varias veces que saliera del lugar y que no regresara; él me incentivó a salir adelante y luchar por mis ideales”, citó.
 
Lucha. Salir del coma fue para César Daniel el primer paso de una lucha que no sabe cuándo terminará, porque tiene que ser sometido a una serie de cirugías de reconstrucción facial. 
Él sufrió un accidente de tránsito el 3 de noviembre del año pasado en el sector del estadio Jocay. Conducía una motocicleta y se le cruzó un perro.
 
 Afectaciones. Haber maniobrado para no golpear al can motivó que usara el freno delantero. El vehículo dio una vuelta en el aire. César no recuerda si lo golpeó o no, pero su cabeza se hizo pedazos.
El maxilar superior e inferior se destrozaron. El rostro se hinchó tanto que pasados los ocho días los médicos se dieron cuenta que el ojo derecho se encontraba en el mismo lugar, pero oculto detrás de un hueso. 
Una  cirugía conllevó a que le colocaran un alambre especial en el pómulo para sostener el maxilar superior. Así debe permanecer hasta que los huesos peguen nuevamente.
Entre tanto, César debe permanecer en reposo.
 
Mejoras. Seis operaciones le han realizado en el rostro y aún faltan tres para mejorar su visión y reformar el rostro. 
“Debido a mi accidente toda la familia ha sufrido, espero que todo esto termine pronto para comenzar de nuevo. A mi esposa le prometí que una vez recuperado, entonces me casaré con ella”, sostuvo Ávila Reyes. 
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias