Con el dolor que le produce la herida que tiene en el tórax y que le causó una lesión en el pulmón izquierdo, Darwin C. dice que también le duele saber que asesinó a la mujer a la que alguna vez juró amar.
El hombre fue entrevistado por El Diario y contó su versión de los hechos.
¿Cuál fue el problema que tuvo con ella?
Para hablar de lo que sucedió hay que primero ir a ver las pruebas que existen en Bahía de Caráquez. Ya le dije eso al abogado que me designó el Estado. Esas pruebas serán bases para que sepan realmente lo que ocurrió.
¿Cuáles son esas pruebas?
Son dos denuncias que están en Bahía. Una es de cuando ella me maltrató físicamente diciendo que me iba a mandar a matar con una gente de San Jacinto. Hay testigos de la denuncia de Venezuela.
¿En Venezuela también la denunció?
Sí, allá también la denuncié por abandono de hogar. Dejó a mi hija solita y se vino para Ecuador. Me enteré un jueves y un viernes ella viajó a Ecuador.
Insisto, cuando tengamos todas esas pruebas, yo voy a hablar y decir toda la verdad.
¿Qué lo motivó a matarla? ¿Tal vez los celos?
Bueno, de mi parte hubo celos; pero ella era la que llevaba el cuchillo en un bolsito rosado. El cuchillo era de ella.
¿Cómo sucedieron los hechos?
Cuando estábamos discutiendo ella sacó el cuchillo y yo me levanté la camisa. Le dije que si de verdad ya no me quería que me metiera una puñalada y lo hizo, me la pegó en el pecho.
Después me siguió agrediendo y yo me defendí quitándole el cuchillo. Fue ahí que se lo enterré en el pecho.
¿Se considera un asesino?
Yo no. Escuché ese día a la gente en el lugar de los hechos decir que yo era el asesino y no es así; yo lo único que hice fue defenderme, así se lo dije a las autoridades judiciales.
Una vez que usted quedó herido, ¿por qué decidió quitarle la vida?
Yo me veía atacado, sangraba, y al verme así me dije ‘no, esto ya va en serio’. Si me quedaba me dejaba tirado ahí y ella hubiese sido la detenida hoy.
¿Está arrepentido de haberle quitado la vida a la señora?
Por supuesto que sí. Yo no pensé que esto iba a llegar hasta este extremo, pero fue en mi defensa propia, que conste.
¿Y sus hijos, los que procreó con ella?
No sé nada de ellos, yo creo que ahora me han de tener odio. Ellos saben cómo era el trato de la mamá hacía mí. Mi hijo mayor estaba unido a la mamá y siempre pasaban haciéndome la guerra.
¿Les va a pedir perdón a sus hijos?
Por supuesto, tengo que pedírselo. Al verme atacado y verme así tengo que pedirles el perdón. Ellos saben que la mamá era muy violenta.
¿Qué espera de la justicia?
Que se haga justicia, que se averigüe bien para que vean y no hagan las cosas como ya lo hicieron, que llegaron y dijeron “usted es un asesino” y eso no es así.
Busquen las pruebas. Nadie se dio cuenta de los hechos, el único que vivió todos los hechos fui yo. Ni siquiera los policías que llegaron primero. No hablen lo que no tienen que hablar, eso no se hace.