Fue en aquella en la que se efectuó la interpelación al mismo presidente del Parlamento, José Serrano; y al fiscal general, Carlos Baca, acusados de conducta irregular.
Si razonamos que de los nueve asambleístas provinciales, seis de ellos no asistieron a la mencionada cita (más uno nacional), prácticamente Manabí no estuvo presente, incumpliendo en las dos terceras partes con su responsabilidad de intervenir en las decisiones trascendentales para la patria.
Y aquello debe ser aclarado, puesto que el voto popular depositado en los electos ha sido para que estos laboren denodadamente en procura de la conformación de un mejor país, combatiendo la corrupción y defendiendo los valores sociales.
Pero esto no puede ser cumplido con la evasión de responsabilidades, escogiendo a voluntad su asistencia o tejiendo estrategias de compromisos personales o partidistas.
Porque el mandato ciudadano es para una permanente representación provincial, para que se justifique su presencia como la tercera provincia de mayor poder votante del país, frustrada en esta ocasión por intereses o razones que no han sido proporcionados.
Manabí espera una explicación del por qué de la inasistencia de los asambleístas a cumplir su deber.