La descarga de las aguas empezó hace una semana y desde entonces ha ido arrastrando la tierra por una pendiente. Una situación que ha incrementado con las lluvias caídas durante la semana en Manta. 

Carlos Bailón dijo que hace 20 días se abrió en el sector un tramo de la calle cercana a la cancha deportiva para instalar una tubería de agua potable. 

Dos semanas después, en el mismo lugar que fue intervenido, empezó la descarga de aguas negras. 

Bailón presume que al momento de instalar la nueva red se afectó la del sistema sanitario. 

Luis Alvia, morador, aseguró que desde entonces llamaron por varias ocasiones a la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM) para que acuda al sector y solucione el daño, pero no tuvieron respuesta hasta ayer cerca del mediodía. 

La descarga, incluso, se llevó gran parte del suelo en el que está instalado un poste de energía eléctrica. 

Los moradores temen su caída.       

Las grietas más grandes y profundas se formaron en terrenos privados donde hay seis casas asentadas. Una de estas viviendas pertenece a Ángela Santana, y está a menos de 10 metros de la grieta principal. 

Santana teme que la tierra siga cediendo de continuar la descarga y con ello su casa se desplome. 

>primeras acciones. La EPAM confirmó ayer el envío de maquinaria al sector con una cuadrilla de obreros para frenar el rebose. 

Al excavar el suelo detectaron que la tubería de aguas servidas estaba rota y procedieron a repararla. 

También ubicaron tierra en los alrededores del poste de alta tensión para evitar su caída.  

Lo que aún queda por hacer es rellenar las grietas que se formaron. 

Los moradores piden que, por lo menos, se lo haga en la calle principal del sector ya que debido al daño el acceso por esa vía se ha tornado complicado.