El párrafo de arriba describe fiel mente a una empresa u organización porque esta opera como un sistema de procesos, al convertir recursos y pedidos de sus clientes en productos y servicios. 

Así mismo, la organización está en continua adaptación afín de mantener un equilibrio con el entorno. Si se adapta, sobrevive; de lo contrario no sobrevive. El estado de la organización está en función en que tanto se adapta.

 El sistema de procesos de la organización se inicia al convertir las entradas o recursos en salidas, que se entregan en los mercados generando valor financiero para los accionistas. La organización opera bajo guías  y retroalimentación propia, así como también por información que llega desde el mercado y la competencia. 

Como dicha organización no vive aislada, se desenvuelve en un entorno social, económico y político. 

En el interior de la organización existen sistemas y subsistemas. Finalmente, son los mecanismos de control los gestores o la gerencia, quienes interpretan y racionan ante los cambios internos y externos. De aquí el conocido dicho que no hay negocio malo sino mal administrado, lo cual no es enteramente cierto, sino pregúntele a Kodak y a los fabricantes de máquinas de escribir.

Así como una empresa opera a nivel micro, miles de ellas operan a nivel macro. Resulta que el entorno donde se desenvuelven también constituye otros sistemas cuyos componentes son las instituciones (el estado, la sociedad, los mercados, la propiedad, la banca, los medios de pagos, etc.). 

La interdependencia es de ida y vuelta. Así como los intensos aislados de mejoras en una de las áreas en una empresa, pueden afectar y perjudicar al desempeño de la organización como un todo, al intentar mejorar a un subsistema del gran sistema, puede traer consecuencia negativas a mediano y largo plazo.

De allí la importancia que las autoridades piensen a nivel sistémico cada vez que tomen medidas políticas con implicaciones económicas y sociales o medidas económicas con implicaciones políticas y sociales. 

Hay que recordar  el desfase que acontece en el tiempo entre la toma de decisión a nivel micro y macro  y la aparición de los efectos de la decisión. 

Lamentablemente la mayoría de políticos son mezquinos, ayer, hoy, siempre y en todo lugar; y los seduce el relativo bajo costo a corto plazo versus el inmenso costo a largo plazo.