Con casi cuatro años de experiencia turística, se atreve a decir que además de la lista habitual de cualquier viajero o turista (el peso de la maleta, los vuelos, el alojamiento, las actividades...),  también tiene que tratar de que el presupuesto dure lo máximo, e incluso ir mentalizado a cambiar de transporte varias veces y adaptarse a estar siempre en movimiento. 

Mendoza recuerda que hace dos años él se arriesgó a mochilear a Medellín (Colombia), saliendo desde Manta. Aseguró que lo primordial es investigar la ruta por la que se piensa viajar.

Añade que a pesar de que una buena parte de la experiencia de ir de mochilero debería ser la espontaneidad y la libertad, “esto no quiere decir que la persona deje de investigar por su seguridad  a dónde viajará”. 

Indica que a su agencia llegan regularmente mochileros argentinos para pedir información de qué lugares visitar en Manabí y el resto de la Costa ecuatoriana.

Alejandra Seijas, de la agencia Ariel Travel, explica que dentro de Ecuador las rutas escogidas por los mochileros extranjeros “son la laguna de Quilotoa, la Ruta Spondylus, el Valle de Vilcabamba en (Loja) y el Oriente ecuatoriano”.

 

Ahorrar dinero. Mendoza y Seijas coinciden en que quien se va de mochilero tiene una gran ventaja: el ahorro de dinero.

Sin embargo, quien está en una carretera se dará cuenta de que el dinero vuela mucho antes de lo que se pensaba, pero hay muchas maneras de ahorrarlo sin tener que sacrificar las visitas a las principales atracciones turísticas. 

Seijas recomienda portar siempre los documentos de identidad y si se tiene un carné de estudiante aconseja enseñarlo siempre que se pueda, como si fuese un pase VIP, porque podría ser la manera de entrar gratis o conseguir descuento en algunos lugares turísticos, dice. 

 

Sobre la alimentación. Otro importante ahorro se da a la hora de comer. 

Se recomienda que todo el tiempo se pruebe la comida callejera, “pero el mejor lugar para comer son los mercados de las ciudades a donde se llega”, señala Diana Castro. 

En octubre pasado Diana viajó con dos amigas vía terrestre desde Guayaquil hasta llegar a Trujillo, en Perú. 

Otro consejo que hace Diana “es evitar el transporte público y caminar tanto como se pueda, ya que se descubrirán cosas que no conocerías de ninguna otra manera”, destaca. 

 

La mochila. Considerando los kilómetros que se recorrerán se debe tomar muy en cuenta la mochila que se llevará a cuestas. 

Se recomienda adquirir una con capacidad para entre 40 y 60 libras, respaldar rígido, refuerzo de varillas de aluminio y correa de estabilización pectoral. 

Un consejo: empacar solo lo que se usará en el trayecto. 

Una persona de 70 kilogramos puede soportar 12 kilogramos de peso sin problemas.