Según Karina Molina, psicóloga, estos rasgos se manifiestan cuando “el celoso” empieza a tener ideas fijas sobre lo que su pareja hace. “En el caso de los celos, la paranoia es un rasgo de celopatía mórbida”, trastorno que puede ser parte de un cuadro obsesivo”, explica la profesional.

Hay que tener claro que una persona no siente celos de la misma manera con diferentes parejas. “No todas las personas te movilizan episodios regresivos, por ende no con todas las parejas que tengas a lo largo de tu vida vas a actuar igual. Por ejemplo, si tuviste un padre que maltrató a tu mamá, no significa que tú vayas a repetir la misma situación con cada pareja que tengas. Puede pasar, sí, solo en el caso de que encuentres a una persona con las mismas características de aquel recuerdo, hecho o aprendizaje. Lo mismo ocurre en el caso de los celos, pues a la larga nuestro comportamiento se debe en parte a las situaciones que has atravesado en la infancia”, indica Molina.

 

Factores. La experiencia amorosa es otro de los factores que crean una realidad en la historia del celoso/celosa.

“Si has tenido la suerte de que siempre te han sido infiel, entonces pueden surgir  ideas paranoicas y pensar que tu nueva pareja también lo hará”, agrega. 

 

Señales. Sin embargo quienes nos rodean nos pueden advertir de que nuestros celos están pasando de un límite, ya que usualmente para “el celoso” es normal lo que hace.

“Entre las ideas fijas que nos indican que nuestros celos están exagerando tenemos: está en línea (WhatsApp) y no me escribe, seguro está chateando con alguien más, ¿por qué se arregla tanto?. Si estas ideas se cruzan dos o tres veces al día y al consultar con varios amigos ellos coinciden en que estás exagerando, hay que tener en cuenta que son ideas fijas y allí hay que buscar ayuda psicológica”, menciona Molina.

“Tampoco olvidemos que los celos son signo de inseguridad y del poco valor que nos tenemos referente al que le damos a nuestra pareja; otra razón más para recurrir a un profesional en psicología y recuperar nuestra valía y amor propio”, finaliza la profesional.