Francisco llegó ayer al palacio presidencial peruano para la ceremonia oficial, después de haber visitado Puerto Maldonado para llevar su cercanía a los pueblos indígenas amazónicos.

Por ello, Jorge Bergoglio comenzó hablando de la Amazonía, donde estuvo durante la mañana, en Pueblo Maldonado, para recordar la riquísima pluralidad cultural del país.

Explicó que el eslogan de su viaje es “Unidos por la esperanza” y que Perú es tierra de esperanza, pero advirtió que “sobre esta esperanza apunta una sombra, se cierne una amenaza”.

“Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo”, advirtió.

Y al respecto lamentó cómo “estamos despojando a la tierra de los recursos naturales sin los cuales no es posible ninguna forma de vida”.

 

Recomendación. El pontífice llamó a impulsar y desarrollar una ecología integral como alternativa a “un modelo de desarrollo ya caduco, pero que sigue provocando degradación humana, social y ambiental” y para ello incluir a los pueblos locales como interlocutores válidos.

Explicó que la degradación del medioambiente no se puede separar de la degradación moral y citó el ejemplo de la minería informal, que no solo destruye los bosques y ríos sino que es causa de trata de personas, al trabajo informal, a la delincuencia.

 

Corrupción. Francisco llega a Perú después de que a finales de diciembre pasado el presidente Pedro Pablo Kuczynski se salvara de ser destituido en el Congreso por los vínculos de una empresa suya con la constructora brasileña Odebrecht, un caso que ha salpicado a numerosos países Latinoamericanos.

Para luchar contra este “flagelo social” (la corrupción), continuó Francisco, es necesario una mayor “implicación y mayor cultura de la transparencia entre entidades públicas, sector privado y sociedad civil”, comentó el pontífice durante su visita a Perú.