Actualizado hace: 941 días 12 horas 22 minutos
POR: JORGE LOOR ZAMBRANO
Presidente Moreno ¿en qué debemos creer?

Es la pregunta que muchos nos hacemos, al ver que sus palabras se contradicen a los hechos, la ciudadanía habla de un tongo, diciendo que son los mismos pero con camiseta de oposición para así confundir y mantener el proyecto revolucionario fracasado en la que somos víctimas los ecuatorianos con la actual crisis económica.

Jueves 18 Enero 2018 | 04:00

Usted reveló la verdadera situación económica del país que heredó de la administración anterior. La participación e intervención de organismos internacionales y  prensa fue clave, la Contraloría y Fiscalía (estas dos últimas instituciones que son entes reguladores, investigativos, controladores y sancionadores, actuaron más por presión externa  que por  convicción moral y legal), dado a que no se podía seguir ocultando lo que todos los ecuatorianos conocíamos de los atracos cometidos por el gobierno de Rafael Correa Delgado. 
Habla usted de combatir la corrupción, pero sigue rodeado y trabajando con los mismos funcionarios cuestionados y consecuentes al correísmo durante esos 10 años donde las instituciones del estado, fueron asaltadas por millones de dólares.
Voy a referirme a un segundo caso de corrupción después del narco valija, que se suscita desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y este segundo caso es el de Julian Assange, que habiendo obtenido la nacionalización ecuatoriana de manera chueca e irregular, colocando en su ficha del Registro Civil sus datos, entre los que consta la dirección de su vivienda en una parroquia de la ciudad de Quito, cuando todos sabemos que Assange lleva años viviendo en nuestra embajada ecuatoriana en Londres y como para profundizar más la corrupción tratan de nombrarlo a Assange en su Gobierno con un cargo diplomático. 
Presumo que al ser diplomático Assange, gozaría de inmunidad diplomática, beneficiándose de los tratados internacionales para no ser llamado a juicio y que pueda salir sin problema de Reino Unido, evadiendo así dicha justicia, en todo caso se ve la aplicación de una viveza criolla en la diplomacia ecuatoriana, dejando sentado un mal precedente en estos instantes en que el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene un rol protagónico para recuperar la confianza de los países y atraer inversión extranjera directa al Ecuador para impulsar nuestra escuálida economía. 
Existe un silencio único y hasta cierto punto encubridor por parte suyo al no pronunciarse sobre los hechos y exigir a su ministra de Relaciones Exteriores, María Fernanda Espinosa, una explicación acompañada de su renuncia ante un hecho sin precedentes a nivel internacional, donde una vez más el Ecuador queda señalado como un país donde sus gobernantes o funcionarios dan muestras de corrupción. 
Por lo expuesto sería saludable que Lenín Moreno de una vez por todas actúe con prontitud ante hechos irrefutablea de anomalías por parte de sus funcionarios. De no actuar, solo deja claro su falta de probidad  y ejecutividad al ocupar  un cargo tan delicado e importante como Presidente de una nación. Mientras, a nosotros los ciudadanos no nos queda otra que seguir  combatiendo la corrupción desde todos los espacios  que podamos hasta hacernos escuchar.
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